¿Un coche a pedales capaz de circular por autopista? Parece ciencia ficción, pero ya es una realidad. La empresa emergente francesa Cixi ha presentado el Vigoz, un triciclo carenado que combina el pedaleo asistido con una motorización eléctrica, que le permite alcanzar los 120 km/h. Una propuesta que rompe los esquemas tradicionales y abre una nueva categoría de vehículos entre la bicicleta eléctrica y el coche urbano.
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El secreto de este modelo está en el PERS (Pedaling Energy Recovery System), un sistema digital que transforma la energía del pedaleo en electricidad y la envía a un motor en el buje de la única rueda trasera. Sin cadena ni correa, con pedaleo siempre suave, el usuario controla velocidad y frenada con naturalidad. Además, al frenar, el Vigoz regenera energía, extendiendo su autonomía y reduciendo el desgaste de los frenos.

Estructura cerrada
En cuanto al diseño, la cabina cerrada sorprende por su comodidad y seguridad: climatización, cinturones de tres puntos, estructura con absorción de impactos y un sistema de inclinación activa que facilita la estabilidad en curvas. Con 1,65 metros de altura, el Vigoz es compacto para aparcar, pero lo bastante visible en carretera. Dispone de espacio para un acompañante, una mascota o algo de carga ligera, aunque el maletero trasero es abierto.
Su batería de 22 kWh promete hasta 160 kilómetros de autonomía real, suficientes para desplazamientos diarios o escapadas cortas. Y lo mejor: con un consumo estimado de apenas 13 kWh/100 km, se sitúa entre los vehículos eléctricos más eficientes del mercado.

Cambiar la movilidad
Cixi es una empresa francesa fundada en 2015 que ya cuenta con más de 90 empleados comprometidos con transformar la movilidad urbana. Desde su sede en Annecy, en los Alpes, desarrolla soluciones que promueven un estilo de vida más activo y sostenible. Su equipo trabaja para convertir los desplazamientos cotidianos, apostando por una movilidad que combine tecnología, salud y conciencia medioambiental.
Tras más de una década de investigación, Cixi prepara ahora la certificación del Vigoz antes de iniciar su producción. El precio aún no se conoce, pero todo apunta a que se situará en la franja de los escúteres eléctricos prémium o los microcoches urbanos. Una solución intermedia que podría cambiar para siempre la movilidad en Europa.
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