La avería del coche eléctrico que cuesta como un coche nuevo

Aunque sean de conocimiento popular ya, los coches eléctricos todavía se encuentran en la etapa inicial de su implementación, por lo que todavía generan situaciones que son desconocidas para muchos usuarios. Una de ellas ha tenido lugar en Escocia, donde la aparentemente simple avería de una batería se ha traducido en una reparación valorada en 20.000 euros.

Quienes la han sufrido han sido Johnny Bacigalupo y Rob Hussey. Tras acudir a un restaurante en su Tesla Model Y, se encontraron con que el modelo no arrancaba cuando querían abandonar el lugar.

Tras conseguir ponerse en contacto con el servicio técnico de Tesla, la marca fue a recoger su vehículo para llevárselo. Pasados unos días, recibieron una llamada explicándoles el motivo del problema: el agua.

Según parece, una filtración había hecho que la lluvia llegara a la batería del coche, inundándola y dejándola inservible. Para sorpresa de la pareja, un daño así no entra dentro de las coberturas de la garantía del vehículo y, como pudieron comprobar, la batería es el elemento más caro del un coche eléctrico.

Para cambiarla les pedían un pago de 17.000 libras esterlinas, lo que al cambio actual supone unos 20.000 euros. En declaraciones al diario Edinburgh Live, Bacigulpo señalaba el desconcierto que le supuso la cifra, pues esperaba que la factura fuera cara, pero en torno a las 500 o 1.000 libras.

Uno de los factores que más le contrariaban es que se trataba de una avería que no derivaba de un mal uso, sino de meteorología de Escocia, donde las lluvias son algo muy habitual. Desde el servicio técnico le reconocieron que no era culpa suya, pero que ese tipo de avería no entraba dentro de la garantía de Tesla.

La garantía que ofrece Tesla en sus vehículos

En su día, de Tesla destacaba su política de garantía de kilometraje ilimitado, pero hace varios años que cambió su política. Ahora, propone varios tipos de cobertura, que también dependen del tipo de vehículo.

La marca estadounidense ofrece una garantía limitada básica para sus coches durante cuatro años u 80.000 kilómetros, lo que ocurra primero. Esta se puede ampliar con la garantía limitada del sistema de retención complementario, que la extiende hasta cinco años o 100.000 kilómetros.

Además, hay una garantía específica que cubre tanto la batería, lo que interesa en un caso así, como a la unidad de tracción. Esta depende del modelo que sea y su variante. Solo se sabe que se trata de un Tesla Model Y, pero no la versión, así que existen dos opciones.

Si es el tracción trasera, ocho años o 160.000 kilómetros, lo que suceda primero, con un mínimo del 70% de conservación de la capacidad de la batería. Si es el Performance, ocho años o 192.000 kilómetros, lo que primero suceda, con el mismo porcentaje de conservación de la capacidad de la batería.

El quid de la cuestión está en qué es lo que cubre esta garantía, algo que Tesla deja claro: “La reparación o sustitución necesarias para corregir defectos de los materiales o de la mano de obra de cualquier pieza fabricada o suministrada por Tesla que pudieran presentarse con un uso normal”.

De esta manera, una batería echada a perder por agua, como es este caso o en una inundación, no entra dentro de las coberturas.