Cuando la Unión Europea anunció que a partir de 2035 se prohibiría la venta de cualquier coche con motor de combustión, lanzó un ultimátum a las marcas de automóviles. Éstas recogieron el guante y pronto anunciaron sus planes para convertirse en vendedores exclusivamente de coches eléctricos en el Viejo Continente.
En la inmensa mayoría de los casos, la fecha que se autoimpusieron para llevar a cabo la transición eran incluso más tempranas que la impuesta por el organismo europeo. Sin embargo, algunos años después, el estado de los mercados y los datos de ventas de los vehículos de cero emisiones han hecho que varias de ellas hayan tenido que recular para modificar sus hojas de ruta.
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La última en hacerlo ha sido Volvo, que había fijado inicialmente la fecha para 2030 y que ya se encuentra en proceso de transformación con una gama eléctrica cada vez más amplia.
En un comunicado ha desvelado que para dicha fecha finalmente el objetivo será que el 90% de sus ventas consistan en una combinación de modelos completamente eléctricos y coches híbridos enchufables, dejando el 10% restante a los automóviles con tecnología microhíbrida.
Pero la marca sueca no es la única en haber tomado este camino. Otro fabricante premium como es Mercedes anunció algo similar el pasado mes de febrero.
Con un plan original para ser 100% eléctrica en Europa también en 2030, la firma alemana ha retrasado sus planes, manteniendo la idea de seguir lanzando nuevos eléctricos, pero su apuesta será por los modelos con mecánicas híbridas, especialmente por los híbridos enchufables, que son vistos en el sector como una tecnología importante para la fase de transición que atraviesa la industria.
Ése es, precisamente, el enfoque de Audi. La también alemana, por medio de su CEO Gernot Döllner, anunció a finales de 2023 que sus planes eléctricos se iban a ralentizar. Originalmente tenía previsto dejar de producir coches con motor térmico en 2033, pero finalmente no será el camino que siga.
Aunque para 2026 habrá lanzado 10 nuevos EV, debido a la bajada en la demanda existente para este tipo de automóviles, seguirá desarrollando vehículos térmicos y con mecánicas híbridas.
Dentro de los fabricantes de lujo, en marzo Bentley anunció que retrasaba su paso en exclusiva a los coches eléctricos de 2030 a 2033. Además, el lanzamiento de su primer cero emisiones también se ha pospuesto de 2025 a 2026. Aston Martin comunicó exactamente lo mismo en abril.
También en marcas generalistas
Aunque fueron los fabricantes premium los que más abogaron por el salto a las cero emisiones, también los generalistas anunciaron movimientos similares y, como aquellos, también están teniendo que recular.
En marzo, Ford anunció que retrasaba la producción de un pick-up eléctrico y que cancelaba el SUV grande con tres filas de asientos. Además, paralizaba las inversiones en plantas específicas para la fabricación de modelos de baterías.
Tan solo un mes más tarde General Motors también hacía público que iba a pisar el freno con sus inversiones en esta materia y señalaba que su objetivo de producir 1 millón de coches eléctricos en 2025 no era factible porque el mercado no se encuentra en ese punto.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.