La automatización en los vehículos no solo afecta a la conducción. También se puede extender a otros ámbitos, algo en lo que Tesla parece llevar la delantera. Desde hace unos días sus coches son capaces de detectar fallos internos y, por su cuenta, pedir la pieza de repuesto para la que haya sido afectada. Después avisan al dueño del vehículo de que el recambio está en camino hacia su concesionario de preferencia.
Se trata de un paso más en la política de la compañía, y es que Elon Musk ya adelantó hace unos meses que durante este trimestre su prioridad era mejorar el servicio a sus clientes, por el momento en Estados Unidos y Canadá.
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El motivo detrás de esto es que el fabricante ha sido criticado porque la disponibilidad de piezas en ocasiones ha sido muy limitada, llevando a unos tiempos de espera bastante dilatados. La manera de solucionarlo es que sea el propio coche el que, mediante un sistema de diagnosis interno, las pida cuando sean necesarias, para que ya estén disponibles en la próxima visita al servicio técnico.
El sistema de detección de problemas en vivo incluye otras funciones como la capacidad de los vehículos Tesla de llamar a una grúa y solicitar un vehículo de sustitución incluso antes de que el coche se pare por una avería.
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