Aunque la industria ya no se mueva en las precarias cifras de hace unos años, la autonomía sigue siendo uno de los principales desafíos de los coches eléctricos. Los últimos lanzamientos ya cuentan con alcances reales que superan los 300 kilómetros, pero siguen quedándose cortos respecto a los modelos de combustión tradicional. Los fabricantes no dejan de dar vueltas al modo de solucionarlo y parece que los creadores del NIO ES8 han dado con una idea bastante interesante.
El SUV, de la marca china NIO, utiliza un sistema de baterías de 70 kW que le aporta una autonomía estimada de 355 kilómetros. Hasta ahí todo normal, pero la novedad es que la batería es intercambiable: una vez agotada, se puede sustituir por otra que tenga la carga al 100% en un proceso que requiere únicamente tres minutos.
Para hacerlo solo habrá que acudir a una de las 1.100 Power Swap Stations que NIO tiene previsto instalar. Como cobertura adicional, la compañía ofrecerá un servicio de asistencia con estaciones móviles montadas en coches que aportarán 100 kilómetros de alcance extra en 10 minutos.
Además de este sistema de recarga, el NIO ES8 ofrece unas prestaciones sobresalientes. Monta un sistema de propulsión formado por dos motores eléctricos, uno en cada eje, que generan 480 kW o, lo que es lo mismo, 644 CV. Con ellos es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos.
Cuenta con la inteligencia artificial NOMI y con el asistente de conducción autónoma NIO Pilot, que se sirve de 23 sensores (láser, cámaras, radares) para proporcionar frenada automática de emergencia, asistencia en atascos o guía en autopistas, entre otras funciones.
La guinda la pone el precio: a pesar de su enfoque premium, solo costará 448.000 yuanes, unos 57.000 euros, lo que supone prácticamente la mitad de lo que cuesta el Tesla Model X, su rival más directo.
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