Hace un par de meses se supo gracias a una oficina de patentes: Mercedes bautizaría sus coches a pilas con el nombre EQ. Y no ha habido que esperar mucho para conocer el primer Mercedes eléctrico: el Generation EQ. Por el momento, se trata de un prototipo de SUV, pero su versión de producción estará en la calle en 2019.
No es casualidad que se haya optado por un todocamino como modelo para abrir brecha, pues la propia marca afirma que se debe al incremento de la popularidad de dicho segmento. Sin embargo, el fabricante está desarrollando un plataforma eléctrica de arquitectura modular (Electric Vehicle Arquitecture, o EVA) que se podrá adaptar a berlinas, compactos, cupés… En 2025, Mercedes quiere tener una flota de diez modelos completamente eléctricos.
Pero centrémonos en el prototipo que ya está entre nosotros. El Generation EQ cuenta con unas formas muy parecidas a las de otros todocaminos de la familia (GLA o GLC vienen a la mente), aunque con rasgos muy característicos. Los de un modelo eléctrico (no hace falta parrilla delantera para refrigerar el motor) que, además, todavía está en fase de prototipo (el frontal negro con el logo y el diseño formado por barras de LED). No obstante, y aunque parezca una imagen algo futurista, desde la marca ya se ha afirmado que no dista mucho del diseño final que tendrá la versión de producción.
Similar premisa encontramos en el habitáculo del primer Mercedes eléctrico. Cuenta con una configuración 2+2 de asientos individuales y el techo es de cristal. En el puesto de conducción, una enorme pantalla une cuadro de instrumentos y consola central. Por otra parte, los controles del volante multifunción se activan mediante paneles táctiles, mientras que en la columna central se encuentra otra pantalla extra.
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En cuanto al apartado mecánico del nuevo Mercedes eléctrico, unas baterías de ión-litio de 70 kWh de capacidad alimentan dos motores eléctricos, uno en cada eje. Ambos desarrollan una potencia conjunta de 402 CV y 700 Nm de par máximo.
Completa la aceleración 0-100 en menos de cinco segundos y se estima una autonomía teórica de 500 kilómetros. La marca no ha determinado los tiempos de carga del modelo, pero ha anunciado que cuando llegue a los concesionarios ya estará instaurado el Combined Charging System (CCS) europeo, lo que acelerará las recargas. Mercedes asegura también que con una toma de 300kW se podrá ampliar en 100 kilómetros la autonomía con solo cinco minutos de carga.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.