Pegatinas, decoraciones, carteles… Se ven coches decorados de mil maneras por la calle. Lo que sus propietarios no saben es que estas decoraciones pueden acarrear una multa, en ocasiones bastante elevada.
Por ejemplo, colocar adhesivos sobre la matrícula o emplear pegatinas reflectantes, luminiscentes o de competición, puede acarrear una sanción de 200 euros. Otra moda muy difundida es la de ‘Jeep ducking’, que consiste en dejar patos de goma en los coches de esta marca.
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Entre todas estas costumbres, ¿dónde ha quedado el cartel de ‘se vende’ que lucían antes los coches? Pues desaparecido, porque también es motivo para recibir una multa de tráfico de hasta 200 euros. No obstante, hecha la ley, hecha la trampa.
Han empezado a circular imágenes de coches cuyos propietarios anuncian su venta de una manera muy peculiar. En concreto, colocando una botella de agua sobre el techo del coche. Uno de los países donde más difundida está esta práctica es en Argentina.
Eludiendo a Hacienda
Cuando una persona coloca una botella encima del techo de su coche en Argentina, está diciéndoles a los demás usuarios de la vía que ese vehículo está en venta. Esta práctica hace años que se institucionalizó. Según cuentas los registros, en la década de 1940, la Dirección General Impositiva (DGI), Organismo encargado de la aplicación, percepción, recaudación y fiscalización de impuestos nacionales en la República Argentina, cobraba un tributo por la venta de coches usados. De ahí que el “ingenio popular” buscó un código visual para evadirlo.
Así, actualmente se sigue empleando esta práctica. La botella de agua en el techo es una señal que indica que el vehículo está en venta. Es una forma económica y efectiva de llamar la atención de los posibles compradores que transitan por esa calle. Al pasar al lado de un automóvil con una botella en el techo, los interesados pueden reconocer inmediatamente que el propietario está interesado en venderlo.
Método más barato
En principio, en el territorio argentino, a diferencia de España, en dónde sí que está prohibido, no es ilegal colocar carteles de “Se Vende” en los automóviles. Sin embargo, las regulaciones pueden variar dependiendo de la jurisdicción local. Las autoridades, no obstante, sí que buscan mantener el orden y la estética urbana para evitar distracciones en el tránsito, por lo que más que la botella en el techo, pueden sancionar a los propietarios para evitar los estacionamientos prolongados de esos vehículos en una misma plaza de aparcamiento.
En definitiva, la botella en el techo, a diferencia de otros métodos de venta del vehículo que pueden implicar costos adicionales, como los anuncios en webs especializadas o en periódicos, es un método informal y barato. Asimismo, la botella en el techo es fácilmente visible tanto para peatones como para otros conductores. Esta visibilidad aumenta las probabilidades de que alguien interesado en comprar un coche usado se detenga para obtener más información o para negociar la compra.
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