En España, la legislación obliga a que todo vehículo dado de alta en la Dirección General de Tráfico (DGT) esté cubierto por un seguro de responsabilidad civil. Esta cobertura mínima garantiza la indemnización por daños a terceros, independientemente de quién conduzca el coche. Sin embargo, la situación se complica cuando el conductor no está incluido en la póliza del seguro.
Aunque la ley no exige que todos los conductores estén registrados en el contrato, las aseguradoras sí pueden establecer restricciones. Por ejemplo, muchas compañías limitan la cobertura si el conductor no declarado es menor de 26 años o tiene menos de dos años de experiencia al volante. En caso de accidente, estas condiciones pueden derivar en la negativa a cubrir daños propios o en la reclamación de parte de la indemnización.
Más información
El riesgo de conducir sin estar en el seguro no es solo teórico. Según datos del Centro de Estudios Ponle Freno-AXA, los conductores jóvenes presentan una tasa de siniestralidad significativamente superior a la media. Esto ha llevado a las aseguradoras a elevar las primas para este perfil y a exigir su inclusión explícita en la póliza. Si no se hace, y ocurre un siniestro, la compañía puede reclamar al titular del seguro la diferencia entre la prima pagada y la que habría correspondido con el conductor joven incluido.
Conductor habitual del vehículo
Además, algunas pólizas incluyen cláusulas que excluyen automáticamente a conductores noveles o menores de cierta edad. Aunque una sentencia del Tribunal Supremo de 2014 declaró estas cláusulas abusivas y nulas, siguen apareciendo en muchos contratos. En caso de conflicto, los tribunales suelen dar la razón al asegurado, obligando a la compañía a cubrir los daños, aunque esta pueda reclamar posteriormente la diferencia de prima.
Otro aspecto relevante es el uso habitual del vehículo. Si una persona conduce con frecuencia un coche sin estar en el seguro, se considera un agravación del riesgo. “En el caso de producirse un siniestro por uno de estos conductores, y no haber notificado su existencia a la aseguradora, hay compañías que automáticamente deniegan la cobertura de algunos riesgos”, explican desde Seguros El Corte Inglés.
En definitiva, aunque legalmente es posible conducir un coche sin estar incluido en su seguro, hacerlo sin declarar al conductor puede acarrear consecuencias económicas y jurídicas. Para evitar problemas, es recomendable revisar las condiciones de la póliza y declarar a todos los conductores que vayan a utilizar el vehículo de forma habitual o esporádica.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram
La DGT prepara el registro obligatorio para los patinetes eléctricos, que deberán contar con un seguro a terceros en 2026