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Los radares son un elemento común en las calles y carreteras españolas, pero no todos ellos son el azote de los infractores de la misma manera. Las diferencias que hay entre el número de multas que ponen unos y otros son enormes, pero hay un dispositivo que se ha ganado una reputación peculiar, el ‘radar de los famosos’.
Se trata de un cinemómetro que está situado en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, conocida por ser el tercer municipio español con mayor renta per cápita de toda España.
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La velocidad mínima en autovía y autopista: una multa por ir demasiado despacio y entorpecer a los demás Esto se debe a que en ciertas urbanizaciones y zonas residen ciudadanos con mucho poder económico, muchos de ellos con perfiles públicos, como pueden ser futbolistas, actores o músicos.
El tráfico por ellas es bastante limitado puesto que, al ser zonas residenciales, no tiene mucho sentido circular por allí si no se vive en la zona, así que son los vecinos los que sufren la presencia del dispositivo.
El radar está ubicado en la calle Playa de Formentor, una larga avenida que, a pesar de su longitud, cuenta únicamente con dos carriles, uno por sentido, lo que hace que el límite de velocidad permitido sea muy bajo, de 30 km/h.
Badenes y un radar
Dado que quienes circulan por ahí suelen ir más rápido, se intentó hacer bajar la velocidad con la instalación de badenes, pero a pesar de ello seguían cometiéndose excesos.
Los vecinos de la zona estaban preocupados por ello y pidieron al ayuntamiento un estudio para valorar la instalación de un radar. Para ello emplearon dispositivos móviles y los datos resultaron sorprendentes: en media hora se pusieron más de medio centenar de multas de velocidad.
Como consecuencia, en abril de 2023 se instaló el cinemómetro, que está a la altura de la urbanización Bonanza, en un tramo en pendiente cuesta abajo.
En un primer momento hubo quejas porque el dispositivo no estaba señalizado (desde su instalación hasta junio de 2024), lo que hizo que muchos residentes fueran multados sin saber de la existencia del radar.
Más adelante, también se protestó porque durante los primeros meses de funcionamiento no se sabía a ciencia cierta si la velocidad permitida en la vía era de 50 km/h o de 30 km/h.
Actualmente son muchos los que han recurrido sus multas y ya hay alguna que se ha anulado, pero hoy por hoy el radar sigue teniendo en jaque aquellos famosos que van más rápido de lo que deben, ya sea de manera consciente o por despiste.
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