El siguiente consejo toma mayor relevancia ahora que, en verano, los viajes son parte de la rutina. Llevar los neumáticos hinchados a la presión correcta es fundamental por varios motivos, siendo el principal el de la seguridad. Las ruedas son el único elemento que pone en contacto el coche con la carretera, así que su inflado óptimo consigue la mejor tracción y capacidad de frenado del coche.
Sin embargo, no solo es importante por eso, también es un aspecto que afecta al consumo del vehículo y que puede evitar pinchazos por un desgaste irregular del neumático. Pero, ¿cuál es la presión adecuada para un neumático?
En términos generales se recomienda una presión de entre 2 y 2,5 bares, pero es un baremo genérico que no vale para todos los coches. La presión correcta varía en función del automóvil y dentro de un mismo modelo también cambia en función de factores como su motor, el tamaño de las llantas o el uso que se esté haciendo.
Para saber cuál es la presión a la que tienen que ir las ruedas hay que buscar una pegatina que contiene toda la información y que puede estar ubicada en varios sitios.
Es habitual que esté localizada en el marco de la puerta del conductor, pero también puede estar en el interior de la tapa del depósito y siempre se encuentra en el manual de usuario del vehículo.
El consejo de un mecánico
Además de revisar la presión de las ruedas, hay otra lista de checks que siempre es bueno tener en cuenta para evitar así un disgusto al viajar en coche. El nivel de los líquidos: de freno, limpiaparabrisas, refrigerante, el aceite del motor, entre otros.
También siempre es necesario chequear el estado de las luces y del pedal del freno. ¿Cómo hacerlo? Este mecánico lo explica.
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