Muchas personas necesitan usar el móvil mientras conducen. Repartidores, comerciales, empresarios, periodistas… O gente que quiere felicitar la Navidad. Personas para las que puede ser vital recibir una información a tiempo o conductores que simplemente desean comunicarse.
Pero en el coche, y con razón, tocar el teléfono móvil está prohibido. Lo mismo da si es para hablar que para leer un WhatsApp o para mirar la hora: supone una distracción y acarrea multa y tres puntos menos en el carnet.
Sin embargo, no nos acostumbramos a no utilizarlo. En una encuesta de la Asociación de Víctimas de Accidentes, el 53% de los conductores reconoce que lo usa de manera esporádica cuando espera una llamada importante o en un semáforo o atasco.
El año pasado, de hecho, se impusieron más de 190.000 multas por este motivo, según datos de la Dirección General de Tráfico, lo que convirtió a esta infracción en la segunda más habitual entre los conductores, sólo superada por nuestra desmedida afición a superar los límites de velocidad.
¿Cómo podemos hacer entonces para mantener esa conversación tan importante en nuestro día a día sin perder tres puntos cada vez que descolgamos el teléfono? Muy sencillo: con los sistemas de manos libres conectados por Bluetooth.
Muchas veces vienen incorporados de serie, sobre todo en los coches más modernos, pero en los casos que no es así, su coste, en torno a los 50 euros, es siempre mucho menor que el de cualquier multa que nos puedan imponer por tocar el móvil.
Ahora bien, conviene distinguir entre legales e ilegales. Son ilegales todos aquellos sistemas que obliguen a tocar el móvil. Por ejemplo, un soporte en el parabrisas no sirve para evitar la multa si tienes que tocar la pantalla para activar el manos libres. Aunque sea sólo un momento.
Tampoco son legales los auriculares aunque se accionen con Bluetooth. La norma prohíbe llevar los oído tapados. Al volante, establece el Reglamento General de Circulación, debemos mantener siempre el 100% de la capacidad auditiva, por lo que no valdrán los auriculares.
Sí son legales, por el contrario, los manos libres portátiles, los que requieren instalación y los autorradios con Bluetooth.
MANOS LIBRES CON INSTALACIÓN
Para los que van a hacer un uso intensivo del móvil, la mejor opción puede ser instalarlo en el coche. Normalmente precisan ser instalados por un técnico, ya que se conectan al sistema de audio del coche. Aunque hay muchos modelos, los más conocidos son los fabricados por la marca Parrot.
Este tipo de dispositivos funcionan por reconocimiento de voz, aunque la mayoría tienen también mando a distancia. Una de sus ventajas, aparte de la calidad del sonido, es que en los modelos más modernos puedes acoplar dos teléfonos móviles, algo ideal cuando compaginas el personal y el de trabajo.
Además, la pantalla muestra el nombre de la llamada entrante, algo muy útil porque no siempre conviene atender según qué llamadas cuando vas conduciendo.
MANOS LIBRES PORTÁTILES
Para usuarios ocasionales, o para coches alquilados, se puede optar por un sistema portátil, que se coloca en el parasol del conductor. No están integrados en el coche pero llegan a contar con altos niveles de calidad y permiten en definitiva hablar sin necesidad de tocar el móvil.
Su precio es más económico y la gran ventaja es que no se requiere ninguna configuración. Una guía de voz te indica como sincronizarlo con tu teléfono móvil por primera vez, y después de eso, se conecta automáticamente cada vez que te metas en el coche. Entre los modelos más populares en 2016 destacan el Jabra Drive, el Kinivo BTC-450 y el Belkin F4U037.
AUTORRADIOS CON BLUETOOTH
Por último, se puede optar por un sistema de audio con manos libres. Hablamos de las radios de coches de toda la vida, muchas de las cuales incluyen Bluetooth y permiten conectar el teléfono de forma rápida y sencilla.
No necesitan una pantalla auxiliar (la información se muestra en el mismo equipo de sonido) y suelen contar con un mando remoto que se instala en el volante.
En otros casos, incluyen en el frontal de la radio botones verde y rojo que permiten aceptar o rechazar la llamada. En este caso, al contrario que en el móvil, tocar los botones de la radio no está penado por la ley.
Sus desventajas: es un sistema más pensado para recibir que para hacer llamadas, no funciona con comandos de voz y la calidad del sonido dependerá mucho de los altavoces instalados en el coche.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram