El año 2025 se despide con una noticia que pocos habrían vaticinado tras la inestabilidad de los ejercicios anteriores. Los conductores españoles que se disponen a efectuar sus desplazamientos de Nochevieja se han encontrado con un alivio en el bolsillo: los precios de los carburantes han registrado una tendencia a la baja en el último trimestre, consolidando un cierre de año notablemente más económico que el de 2024.
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A diferencia de lo ocurrido el año pasado, cuando la incertidumbre geopolítica mantenía los precios bajo presión, este diciembre de 2025 muestra una realidad distinta. Según los datos actualizados del portal dieselogasolina.com, el precio medio de la gasolina sin plomo 95 en España se sitúa actualmente en 1,445 euros/litro, mientras que el gasóleo A (diésel) ha logrado estabilizarse en 1,390 euros/litro.
Esta caída no es casual. El mercado internacional ha sido el gran aliado del consumidor. El barril de crudo Brent, referencia en Europa, se ha situado en la barrera de los 60 dólares (51,15 euros), un nivel que no se veía de forma sostenida desde hace meses. La combinación de una demanda global más débil y una oferta robusta de los países no pertenecientes a la OPEP+ ha forzado este descenso que, finalmente, ha llegado a las estaciones de servicio españolas.
Un año de contrastes
Si se analiza la evolución anual, 2025 ha sido el año de la armonización de precios. Aquella brecha histórica donde el diésel era significativamente más barato que la gasolina es un recuerdo del pasado. Durante varios meses de este año, ambos combustibles han estado en cifras muy similares, reflejando el cambio de paradigma en el parque móvil español y la presión fiscal sobre el gasóleo. Poniendo la lupa en los diferentes carburantes, se observan estas trayectorias.
- Gasolina 95: terminó 2024 rondando los 1,53 euros. A día de hoy, el ahorro en un depósito de 50 litros es de casi tres euros comparándolo con el mes de diciembre del año pasado.
- Diésel: a pesar de las amenazas de la famosa equiparación fiscal con respecto a la gasolina, ha terminado el año dando un respiro a los conductores, bajando de los 1,45 euros de media a nivel nacional, comparado con los precios que marcó en el primer semestre.
Sin embargo, las diferencias geográficas siguen siendo abismales. Mientras que en provincias como Almería o Madrid es posible encontrar gasolineras de bajo coste con el diésel a 1,159 euros, en otras regiones la falta de competencia mantiene los precios por encima de la media.
¿Qué esperar en 2026?
Aunque el brindis de fin de año se hace con precios bajos, los expertos advierten de que 2026 va a ser complicado. El sector mira con lupa dos factores críticos: la posible aplicación definitiva del “impuestazo” al diésel para equipararlo a la gasolina y la nueva normativa europea sobre emisiones que podría encarecer el refinado del petróleo.
“Estamos en un valle de precios gracias a la tregua del petróleo, pero la transición energética no es barata”, señalan fuentes del sector energético. Además, las proyecciones para 2026 sugieren que, si bien la inflación general se modera, los impuestos verdes podrían añadir entre 10 y 13 céntimos por litro de forma progresiva.
Un respiro antes del cambio de ciclo
En definitiva, el 2025 se despide como un año de “normalización”. Tras la montaña rusa de precios iniciada en 2022, el mercado parece haber encontrado un equilibrio temporal. Llenar el depósito hoy es más barato que hace doce meses, una excelente noticia para la cuesta de enero. No obstante, el consejo de los expertos es claro: aprovechar esta tregua en los surtidores, porque el calendario fiscal de 2026 no será tan benevolente con los combustibles fósiles.
Así termina 2025
| Carburante | Precio Medio (euros/litro) | Tendencia |
| Gasolina 95 | 1,445 euros | Bajista ↓ |
| Gasolina 98 | 1,632 euros | Estable ↔ |
| Diésel A | 1,390 euros | Bajista ↓ |
| Diésel Plus | 1,494 euros | Bajista ↓ |
| GLP | 0,938 euros | Estable ↔ |
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.