El tamaño de los coches no ha dejado de crecer en las últimas décadas. Todos los segmentos han visto aumentar sus dimensiones, algo a lo que también ha contribuido la llegada de los SUV. Además, la adopción de mecánicas electrificadas, especialmente las 100% eléctricas, ha hecho que su peso también se dispare. Esto produce una curiosa dualidad: los coches grandes protegen más, pero también matan más.
Así lo pone de manifiesto un estudio del que se ha hecho eco The Economist, que ha analizado 7,5 millones de accidentes ocurridos entre 2013 y 2023, que involucraron a más de 15 millones de vehículos.
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Como la publicación es estadounidense, son datos de Estados Unidos, donde los coches grandes son muy habituales debido al éxito de los pick-up. Aunque este tipo de vehículos no son tan comunes en Europa, los resultados se pueden extrapolar al Viejo Continente, donde los todocaminos han aumentado el tamaño medio de los automóviles que circulan por las carreteras y donde hay una mayor presencia de coches eléctricos.
El titular principal que deja el estudio es contundente: por cada vida que salva un coche muy pesado y grande (un pick-up en su caso), provoca 12 víctimas mortales en coches más pequeños.
El informe analiza los accidentes y su mortalidad categorizándolos por el peso de los automóviles involucrados.
En los que rozan las tres toneladas, el promedio de muertes para los ocupantes del vehículo es de 4,1 por cada 10.000 accidentes, la cifra más baja entre todas las categorías. En los que están en torno a 1,6 toneladas el número aumenta a 6,6 y en los de una tonelada el promedio es de 15,8.
Ahora, el punto de vista contrario: ¿cuántas muertes provocan en usuarios y pasajeros de otros vehículos en función del peso? Los de 3 toneladas provocan 37 muertes por cada 10.000 accidentes, los de 1,6 toneladas solo 5,7 y los de una apenas 2,6 víctimas mortales.
A mayor peso, mayor seguridad, pero no para todos
En prácticamente todos los mercados del mundo los coches son cada vez más grandes y pesados, sea mediante el formato que sea.
En Europa, los vehículos siempre han tenido unas medidas más comedidas que en Estados Unidos, pero el auge SUV y la llegada de los coches eléctricos ha aumentado el peso medio, que se sitúa en 1,5 toneladas.
En estos últimos el aumento de peso que presentan respecto a modelos de combustión es notable, lo que hace que en choques que impliquen automóviles de ambos tipos, los cero emisiones tiendan a salir mejor parados, pero que por su pesaje e inercias, actúen como bolas de demolición que dejan malparados a los coches equipados con mecánica térmica.
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