La mejor forma de aprender a exprimir un coche moderno

Audi organiza cada temporada diferentes cursos de conducción tanto en circuito como sobre la nieve para mejorar las habilidades al volante.

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Foto: Audi

Coches cada día más prestacionales, sofisticados, tecnológico y seguros. ¿Es capaz el conductor medio de explotar todo ese despliegue de ingeniería de la automoción? Seguramente no. Básicamente porque dista mucho de ser sencillo, en una progresión de dificultad proporcional al nivel del vehículo.

En Audi, una de las marcas de referencia del segmento premium, son conscientes de tal realidad y ponen a disposición de los conductores, clientes o no de sus vehículos, una formación específica para descubrir todas las posibilidades de un automóvil moderno.

La ‘Audi driving experience’ son cursos que se desarrollan tanto en circuito de asfalto como sobre pista de nieve, que cada año congregan a un millar de personas interesadas en mejorar sus habilidades al volante, conducir con mayor seguridad y descubrir las posibilidades de su coche.

En la temporada de invierno, desde enero hasta finales de marzo, las estaciones de esquí de Sierra Nevada (Granada) y Baqueira Beret (Lérida) son el escenario de los eventos en nieve, en los que adquiere un especial protagonismo el control del coche en firmes de baja adherencia y el conocimiento de las capacidades de un sistema de tracción integral como es el conocido y prestigioso Quattro de Audi.

La formación se desarrolla durante una mañana y se inicia con unos conceptos teóricos, los principios básicos que definen la conducción en este tipo de superficies, desde la frenada al control de la aceleración, pasando por el manejo de la dirección, la transferencia de masas o conceptos tan desconocidos como el sobreviraje o subviraje.

Aprendizaje por fases

Los instructores de Audi aspiran a que los participantes en sus cursillos terminen la jornada como conductores más capaces, preparados y seguros. La velocidad en absoluto es una prioridad, todo lo contrario: el fundamento de esta formación pasa por el control del vehículo, el entorno y la situación.

Los monitores asisten en todo momento a los cursillistas.

El aprendizaje se realiza en tres diferentes módulos iniciales, entre los que se reparten por grupos los cursillistas: la frenada, el control del tren trasero a baja velocidad y el mismo fenómeno ya a una mayor velocidad. Con los consejos de los monitores, a través de una emisora de radio situada en el habitáculo de cada coche, el conductor aprende a modular el tacto del acelerador, el manejo de la dirección para posicionar el vehículo o confiar en la capacidad de detención de los modernos sistemas antibloqueo de frenos.

Una vez superado lo que para muchos puede suponer todo un reto, llega el momento de asimilar lo aprendido y ponerlo en práctica de modo conjunto en otro circuito con las características necesarias para aplicar los conocimientos adquiridos. Una pista más larga, con curvas enlazadas, ascensos, zonas de interminables derrapes y combinación de maniobras específicas para alcanzar la experiencia necesaria ante situaciones críticas.

Siempre con seguridad

Tanto el equipo de monitores como las instalaciones de la ‘Audi driving experience’ están preparados para que la actividad se realice con total seguridad. Espacios abiertos, sin obstáculo y con velocidades en las que una probable pérdida de control no represente mayor problema que recolocar el coche.

Audi utiliza en los cursos algunos de sus modelos más potentes.

Los cursos se realizan en cualquier caso con los automóviles de la organización, modelos de última hornada, con tracción Quattro y altas prestaciones. La gama RS está muy presente en cualquiera de sus variantes, como los poderosos RS3, RS4 o RS5. Si los coches impresionan, más lo hace cuando el conductor debe aprender a manejarlos sin las habituales ayudas electrónicas: nada de control de estabilidad o de tracción para que sea el cursillista el encargado de gestionar las situaciones comprometidas a las que se enfrenta.

El precio del curso de Audi en nieve es de 240 euros para los propietarios de un vehículo de la marca y de 300 euros para los que no los son. Una cantidad justificada considerando el acceso a la gama que Audi pone a disposición de los participantes, la preparación de los instructores y la calidad de las instalaciones de ambas estaciones de esquí. Y, sobre todo, por la indudable aportación de seguridad que supondrá para todo aquel que se decida a mejorar sus capacidades al volante en las mejores condiciones posibles.

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Raúl Romojaro

Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.

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