En España hay algo más de 27,6 millones de conductores, según el censo de la Dirección General de Tráfico. La cifra corresponde a 2022, por lo que se espera que este total haya crecido a lo largo de 2023. De hecho, durante los últimos ejercicios, cerca de medio millón de nuevos conductores consiguen sus permisos de conducir cada año.
La realidad muestra una clara diferencia en la obtención del carnet de conducir. Frente a los 15.699.995 hombres que conducen en España, hay 11.964.080 mujeres que han obtenido su permiso. Es decir, hay casi 3,7 millones de conductoras menos. La cifra resalta más cuando se confronta con la distribución demográfica española: hay un millón más de mujeres censadas que de hombres, tanto en 2022 como en 2023.
La diferencia de sexos en la tenencia del permiso de conducir se repite en todas las comunidades autónomas. En algunas, como en Extremadura o Ceuta y Melilla, la brecha es incluso del doble de hombres que de mujeres conductoras.
Un siglo conduciendo
El mundo del motor y los coches ha estado dominado históricamente por hombres. Emilia Pardo Bazán fue la primera mujer en conducir un coche en España en 1904 y la primera conductora que obtuvo su carnet de conducir en España lo hizo en 1925, mientras que los hombres ya gozaban de la posibilidad de ponerse a los mandos de un vehículo.
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Nunca está de más recordar que este derecho se hizo realidad en países como Arabia Saudí hace pocos años y que en muchas naciones del mundo las mujeres todavía no pueden trabajar conduciendo trenes o camiones.
Además de un mayor retraso en la posibilidad de obtener el carnet de conducir, no disponer de un coche en propiedad también limita el número de mujeres al volante. Según un estudio de la patronal de las aseguradoras UNESPA, solo un 30% de las mujeres que conducen son propietarias de su coche y solo un 26% aparecen como conductoras habituales.
Menos accidentes
Aunque haya menos mujeres conductoras, las estadísticas muestran que, en proporción, provocan menos accidentes y se ven menos involucradas en incidentes de tráfico, al igual que reciben menos sanciones de tráfico. En concreto, un estudio de Midas habla de que un 60% de las conductoras no ha recibido nunca una multa.
Otro problema derivado de la perspectiva masculina con la que se ha mirado el mundo automovilístico es que, pese a registrar una menor siniestralidad, el riesgo de que las mujeres sufran lesiones más graves en un accidente es mayor. La razón es que los muñecos de pruebas de seguridad toman referencia el cuerpo masculino, descuidando las particularidades del femenino.
Acoso a las mujeres conductoras
La suma de todos estos factores ayuda a comprender por qué las mujeres conducen menos. Hay que añadir, por supuesto, las costumbres sociales y económicas de España que han ido evolucionando con los años. Por ejemplo, durante la dictadura franquista las mujeres necesitaban el permiso de sus maridos o sus padres para conducir.
Haber estado menos ligadas, históricamente, a la conducción, es una costumbre arrastrada hasta la actualidad. Obviamente, los comentarios del estilo “mujer tenías que ser” no ayudan a que las conductoras se sientan seguras y cómodas al volante.
De hecho, un reportaje de la revista de la DGT Tráfico y Seguridad Vial recopila varios testimonios de mujeres que han sido acosadas y atacadas durante la conducción por conductores varones. En este texto se apunta que más de la mitad de conductoras han recibido comentarios sexistas mientras iban en el coche, la gran mayoría de las veces sin haber cometido ninguna infracción ni realizado una maniobra incorrecta.
Por ejemplo, una de las entrevistadas habla de cómo conductores varones le han “increpado sin ser yo la que ha realizado un movimiento incorrecto”. En general, se habla de comentarios incómodos y sexistas hacia las conductoras, llegando incluso a situaciones por las que han pasado miedo.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.