Ni 23 ni 25 grados: esta es la temperatura que la DGT considera perfecta para el coche en invierno

A medida que el mercurio cae en los termómetros, la conducción exige adaptarse a las condiciones invernales. No basta con reducir la velocidad o revisar el estado del vehículo: también es fundamental cuidar el ambiente dentro del habitáculo para garantizar seguridad y confort.

Los conductores son conscientes de que no deben ponerse al volante con prendas voluminosas como el abrigo, pero surge una pregunta clave: ¿saben cuál es la temperatura correcta que debe mantenerse en invierno dentro del coche?

En cualquier época del año, el habitáculo debe conservar una temperatura adecuada por dos razones esenciales. La primera, preservar la seguridad vial del conductor y sus acompañantes. La segunda, asegurar el confort durante todo el trayecto, evitando incomodidades que puedan afectar la concentración.

Cada año, la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que una temperatura demasiado alta puede tener efectos nocivos en la persona que conduce. No se trata solo de incomodidad: también reduce la capacidad de atención y reacción, lo que incrementa el riesgo de accidente.

Además, el exceso de calor provoca fatiga, irritabilidad y somnolencia. Estos factores son peligrosos porque disminuyen la alerta y pueden generar errores al volante. Por eso, regular la temperatura no es un detalle menor, sino una cuestión de seguridad.

La temperatura correcta en invierno

Cuando llega el frío, muchos conductores se preguntan cuál es el rango ideal para el habitáculo. Las autoridades aconsejan buscar un equilibrio que permita comodidad sin comprometer la seguridad. La patronal de los centros de inspección técnica de vehículos, AECA-ITV, aporta un dato revelador.

Según sus recomendaciones, la mejor temperatura para circular en invierno oscila entre 19 y 22 grados. Este rango ayuda a mantener la concentración, reducir el cansancio y evitar que el conductor se sienta incómodo durante el viaje.

Otros problemas del exceso de calor

Seleccionar una temperatura excesiva en la calefacción no solo afecta al conductor. También puede acortar la vida útil del filtro del habitáculo, reduciendo su capacidad para atrapar partículas, combatir hongos y bacterias, y frenar malos olores.

¿Cuándo encender la calefacción del coche?

Cuanto mayor sea el esfuerzo del sistema de calefacción, mayor será su influencia en el consumo, aunque su impacto es mínimo. Aun así, conviene usarlo de forma eficiente.
No lo conectes nada más arrancar el motor: aún no genera calor y forzarás la mecánica, tirando de la batería. Además, el aire saldrá frío y el sistema trabajará más para alcanzar la temperatura deseada.

El aire caliente también puede provocar vaho en los cristales por el contraste térmico, reduciendo la visibilidad. En casos extremos, incluso puede causar grietas en la luna.
Por último, recuerda que lo ideal es que el aire caliente salga desde la zona de los pies. Así se distribuye mejor por todo el habitáculo, ya que el aire caliente tiende a subir.