¿Por qué no se deben cambiar los amortiguadores tanto como se dice?

Los conductores pueden encontrar en muchos sitios recomendaciones de cambiar los amortiguadores a los 60.000, 80.000 o 150.000 kilómetros…, pero no es cierto que sea necesario hacerlo en todos los casos.

Pueden (y suelen) durar la mayor parte de la vida útil del vehículo. A no ser, claro está, que surja un imprevisto. Otra cosa es si el trato que se les da no es el aconsejable. Eso sí, es importante y nunca vienen mal hacer revisiones cada cierto número de kilómetros.

Cómo alargar vida útil de los amortiguadores

1. No hay que cargar el vehículo con demasiado peso. En este sentido, cada modelo tiene un máximo permitido, que se indica tanto en el manual como en la ficha técnica.

2. En la medida de lo posible, hay que evitar dejar alguna rueda sobre bordillos, evitando esa diferencia de nivel.

3. Cuidado con los badenes y resaltos. Hay que pasarlos despacito sí o sí. Además, el 90% incumplen la normativa de altura: los oficialmente denominados badenes de sección transversal circular deben tener la zona elevada a 6 centímetros del asfalto. El borde de entrada debe ser inferior a 5 milímetros.

4. Si hay que cambiar los amortiguadores, hacerlo por parejas: sustituir a la vez los dos amortiguadores delanteros o los dos traseros.

¿Cómo saber si está fallando los amortiguadores?

Se notará un mal comportamiento del coche, pues:

• Los amortiguadores hacen tope en los baches.
• Vibraciones en el volante.
• Dificultad para controlar el vehículo al circular por zonas de curvas o mojadas.
• Desgaste irregular de los neumáticos.
• Aumento tanto la distancia como del tiempo de frenado.
• El eje delantero se hunde al frenar.
• Y el trasero hace lo propio al acelerar.
• Pérdida de líquido hidráulico.
• El coche se encuentra más bajo de lo normal.

Y en consecuencia, pronto habrá que cambiar los neumáticos del coche, porque se desgastan más rápidamente.

Revisión de la suspensión en el taller 

Se comprueban el kilometraje y las fugas de aceite. También se controlan las holguras que puedan tener los amortiguadores delanteros en los soportes que los unen a la carrocería.

Otros elementos que se revisan son los silentblocks. En la mayoría de las ocasiones, si el deterioro de los amortiguadores es excesivo se procede directamente a su sustitución, suele ser poco rentable una reparación casi siempre compleja y costosa.