Aparcar es más complicado que nunca por muchos motivos, pero uno de los principales la cantidad de zonas de estacionamiento diferentes existentes, cada una con un color distinto y un significado que no todos los conductores conocen.
Hay una que no es muy habitual y que solo puede encontrarse en un lugar muy concreto de Madrid: las plazas con líneas rojas y blancas alternas. Éstas definen lo que se denomina como Ámbito Diferenciado Hospitalario (ADHOS).
La propia página del Ayuntamiento, en su apartado sobre el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), las describe de la siguiente manera: “Por motivos socio-sanitarios se destinan a dicho uso determinadas plazas del SER ubicadas en las proximidades de los hospitales”, aunque por el momento el único ámbito socio-sanitario existente se sitúa en el entorno del Hospital de La Paz.
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La tarifa por aparcar en ellas va de los 0,05 euros por cinco minutos hasta los 2,75 euros por 4 horas, que es el tiempo máximo de estacionamiento permitido en el ADHOS.
A pesar de ser una zona pensada para quienes acuden al hospital, quien aparque en ellas no tiene que justificar de ninguna manera que ese es el motivo por el que ha estacionado.
Eso sí, para poder hacerlo es necesario que el vehículo cuente con cualquier etiqueta medioambiental, es decir, los vehículos sin distintivo no podrán aparcar en él.
Plazas naranjas y azules
Originariamente estas plazas estaban pintadas en colores naranja y azul alternos, pero se decidió cambiarlos porque causaba confusión, ya que son los tonos que se emplean en las plazas del SER del Ámbito Diferenciado Disuasorio (ADD).
Estas, según la página del ayuntamiento, están “ubicadas en espacios de baja ocupación residencial o rotacional, preferiblemente en las proximidades de intercambiadores de transporte o estaciones de transporte público colectivo, para favorecer el intercambio modal, disuadir del uso del vehículo privado y potenciar el uso del transporte público colectivo regular de viajeros”.
En este caso la tarifa es de 0,5 euros la hora y se puede estacionar de forma continuada durante hasta 12 horas con un único tique.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.