La mayor parte de los coches que circulan por España tiene más de 10 años, y muchos de los vehículos están ya castigados por el tiempo. Abolladuras, rayones en la carrocería, matrículas dobladas…
Pero el aspecto es importante, así que conviene seguir algunos trucos para que el coche siempre parezca recién salido del concesionario. Algunos de ellos no requieren de mucho dinero ni tiempo.
El truco del secador de pelo
En el siguiente vídeo se muestra el paso a paso para reparar una abolladura en el coche con un secador de pelo.
- Calentar el área abollada: se debe encender el secador de pelo y ajustar la temperatura al máximo. Se recomienda dirigir el aire caliente hacia la abolladura durante uno o dos minutos.
- Enfría rápidamente: algunos recomiendan inmediatamente después de calentar, aplicar aire comprimido o hielo seco sobre la abolladura. En el vídeo, el usuario no lo aplica y lo deja enfriar por sí solo.
- Esperar: la combinación de calor y frío hará que el metal se contraiga y, en muchos casos, la abolladura se corregirá sola.
Este método es más eficaz en abolladuras pequeñas y medianas y no debe usarse en áreas donde la pintura esté dañada o haya pliegues importantes. “Pero con esto me quedo satisfecho”, dice el usuario.
Si embargo, el siguiente vídeo desafía la física y esta familia decide intentarlo con una abolladura más compleja. Por eso mismo, para reparar un Toyota Prius precisa de dos secadores (que sirven como las pistolas de calor utilizadas en los talleres mecánicos) y también guantes.
Agua caliente: ‘otra magia’
El uso de agua caliente para reparar una abolladura en el coche se basa en la propiedad del metal de expandirse y contraerse con los cambios de temperatura.
¿Cómo funciona? Al verter agua caliente sobre la abolladura, el calor hace que el metal se expanda ligeramente y esto puede ayuda a que vuelva a su forma original, sobre todo si la abolladura no es muy profunda.
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