Los trucos para ahorrar combustible que pueden salir caros

Desde bajar en punto muerto las pendientes pronunciadas hasta apagar el aire acondicionado: bulos y trucos que no sirven para nada.

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Foto: Getty

El precio de los combustibles es un asunto recurrente ahora que la gasolina está alcanzado sus máximos históricos, en especial por su alza histórica. En una sobremesa cualquiera, alguien, sin saberse muy bien cómo, dirige la conversación hacia una pregunta recurrente: ¿conviene bajar un puerto en punto muerto para ahorrar gasolina?

Y entonces la discusión transcurre de forma similar a como lo hace en otros casos (¿hay que apagar el motor en los semáforos?). De esta forma, aparecen ideas y argumentos variopintos, respuestas acertadas, creencias sin sentido y hasta algunos disparates. Como estos mitos para ahorrar combustible, por ejemplo.

Los puertos se bajan en punto muerto

No tiene ningún sentido circular en punto muerto cuesta abajo (o cuando se está llegando a un semáforo o a un cruce) como medida de ahorro. Cuando el motor no lleva una marcha engranada, necesita inyectar gasolina de manera constante para no calarse, a razón de 0,5 o 0,7 litros por hora.

En cambio, cuando la marcha sí está engranada (en una pendiente descendiente) son las ruedas las que mueven el motor porque este y la transmisión están acoplados: en ese momento no se hace necesario inyectar combustible para que el coche siga en marcha.

Además, por seguridad, nunca se debe circular en punto muerto: el vehículo puede embalarse y hacerse difícil de controlar. Con una marcha metida, el freno motor impide que se acelere en exceso.

Aprovechar el rebufo de los camiones

Circular por carretera no tiene nada que ver con evitar los abanicos en una etapa por Albacete de la Vuelta a España. Sin embargo, hay conductores que deciden pegarse al camión que los precede para evitar el viento y consumir menos. En este caso, la física recomienda hacerlo (es un hecho que se gasta menos combustible si la resistencia al viento es menor), pero la razón indica todo lo contrario: resulta peligrosísimo no respetar la distancia de seguridad. Y conducir en paralelo para protegerse del viento lateral está igualmente contraindicado.

Apagar el aire acondicionado

Es cierto que el aire acondicionado obliga al motor a inyectar algo más de combustible (0,5 litros a los 100 km, más o menos), pero apagarlo solo tiene sentido a muy baja velocidad (a menos de 50 km/h, aproximadamente). A mayor ritmo, el aire que entra al habitáculo genera una resistencia elevada que provoca más gasto que si se circulara con el aire acondicionado. Y apagarlo y conducir con las ventanillas subidas es la peor de las decisiones: ahorra gasolina, evidentemente, pero una alta temperatura interior compromete la capacidad de atención del conductor.

Conectar el regulador de velocidad

Cada vez más coches incluyen en su equipamiento el control de crucero. Este sistema, pese a algunos inconvenientes, resulta muy cómodo para mantener la velocidad y, en consecuencia, ahorrar. Pero no siempre. En llano, se evitan los acelerones y se gasta menos; cuesta abajo el motor deja de inyectar gasolina en muchos casos, así que apenas consume.

Sin embargo, el problema aparece en las pendientes ascendentes. Como el sistema está obligado a mantener la velocidad programada, el consumo en ese momento crece. Lo mejor para minimizar el gasto, en esos casos, es acelerar ligeramente sin que importe perder algo de velocidad poco a poco, de manera que la ascensión empiece a 120 km/h y acabe a 100 km/h (y siempre que no se entorpezca a los demás).

Inflar los neumáticos para ahorrar gasolina

Los neumáticos deben hincharse siempre a la presión recomendada, o al menos no excederse de más. Si están flojos, la superficie de rodadura es mayor y eso implica un mayor consumo, pero el extremo opuesto (unas ruedas demasiado infladas) puede ser peligroso: el gasto será menor, pero el agarre disminuye y, además, aumenta el riesgo de reventón o pinchazo.

Imanes en el tubo del combustible

Unos imanes de neodimio que abrazan el tubo de entrada de combustible sirven para ahorrar un 4% de gasolina, porque… No. No es cierto. Se habla del poder del magnetismo y estos dispositivos se comercializan como si fueran útiles, pero no hay ninguna prueba científica que demuestre su eficacia.

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