El airbag de moto, más eficaz y accesible que nunca

Dainese aplica la tecnología D-Air de MotoGP a un chaleco inflable para usar con cualquier chaqueta y por 599 euros.

Dainese

Foto: Dainese

Sólo hay que prestar algo de atención a las caídas de los pilotos de MotoGP para comprobar la efectividad de los airbags que utilizan en sus monos de competición. Su torso aparece inflado como por arte de magia, instantáneamente el dispositivo se activa y protege de lesiones graves a estos deportistas que juegan con su vida al límite.

Dainese es una de las marcas que facilita este equipamiento a las estrellas del Campeonato del Mundo, además de una de las más activas en el camino de democratizar esta avanzada tecnología entre todos aquellos que utilicen una motocicleta en sus desplazamientos. Como fruto de una experiencia de más de 25 años, hasta ahora ofrecía la gama de chaquetas D-Air, de enorme efectividad pero con dos condicionantes claros: su precio (por encima de los 1.100 euros la versión más barata) y la obligatoriedad de adquirir el conjunto completo de la prenda y su correspondiente airbag para disfrutar de estas ventajas.

La marca italiana quiere ir un paso más allá en la popularización de un elemento de seguridad que consideran vital para los motoristas y es así como lanzan la nueva Smart Jacket. Pese a su nombre en inglés, en realidad no se trata de una chaqueta sino de un chaleco que disfruta de la tecnología D-Air patentada por Dainese, pudiéndose utilizar con cualquier otra prenda por encima o debajo de ella, dependiendo de las necesidades o preferencias del usuario.

Este tipo de chalecos no son inéditos en la industria auxiliar de la moto. De hecho, cada día son más los aficionados que los usan como elemento básico de protección en sus salidas. La aportación fundamental de la Dainese Smart Jacket es que carece de cualquier tipo de conexión con la moto para el accionamiento del sistema, como suele ocurrir con la gran mayoría de los comercializados hasta el momento: disponen de un cable que, sujetado a la montura, dispara el dispositivo al apreciar una tensión superior a la habitual.

La tecnología D-Air es mucho más compleja, avanzada y eficaz. Una centralita electrónica se encarga de analizar un millar de veces por segundo los datos facilitados por siete sensores (tres giroscopios, tres acelerómetros y un GPS), pudiendo así identificar aquellas situaciones de riesgo en las que se haría necesario el inflado del airbag. Una bolsa igualmente patentada por Dainese, que cuenta con unos microfilamentos internos que propician que el aire a presión se expanda en toda su superficie interior de manera uniforme. Se crea así una especie de escudo protector sobre el tórax, la espalda y los hombros del motorista, según su fabricante siete veces más eficaz que los protectores rígidos convencionales.

Esquema del dispositivo Smart Jacket.

Otra ventaja apreciable del nuevo producto es su comodidad de uso. Las propias chaquetas de Dainese ofrecen una mayor protección general pero también son mucho más pesadas y menos manejables que el chaleco, poco apropiadas por tanto para un uso cotidiano sobre todo en entornos urbanos. La Smart Jacket es ligera y práctica, se puede plegar sin problema cuando no se utiliza y su tejido exterior disfruta de una ventilación que permite su uso en cualquier época del año, incluyendo las lluviosas porque también es impermeable.

La recarga de la batería del sistema se realiza fácilmente a través de una conexión USB y un cargador de red (también a través de un ordenador). Requiere unas cuatro horas para alcanzar su máximo nivel y disponer de unas 26 horas de autonomía. El software de gestión de D-Air se actualiza a través de Internet de forma gratuita cuando los ingenieros de Dainese introducen evoluciones en el algoritmo, mientras que los distribuidores de la marca pueden realizar la sustitución de la bolsa si se produce su activación en caso de accidente, con lo que el chaleco seguiría siendo plenamente funcional en ese supuesto.

El precio es otro de los argumentos más consistentes de esta nueva prenda. Ya se encuentra disponible en seis tallas, para hombre y mujer, a un precio de 599 euros. No es, desde luego, una cantidad pequeña pero sí significativamente inferior a la de otros sistemas que incluyen la chaqueta de motorista, además de accesible para un mayor número de ellos. Y comprobada su eficacia en competición, lo cierto es que se antoja como una inversión más que aconsejable y rentable para todos aquéllos que prioricen la seguridad sobre la moto.

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Raúl Romojaro

Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.

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