Hay gente con mucha suerte

No hay otra manera de explicar que este motorista no haya acabado destrozado contra el coche. Ver para creer.

Hay gente con mucha suerte

Hay veces que no te toca morir, aunque todas las circunstancias apunten a ello, simplemente no es tu día. Para ejemplo, este botón: el motorista va bastante más rápido de lo que debería con ese tráfico, intenta pasar por el carril izquierdo justo cuando un BMW pone el intermitente y se empotra contra su trasera. Por suerte, mucha suerte, no se queda pegado al paragolpes, sale despedido, da una voltereta en el aire y acaba sentado en el techo del coche.






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