Como parte de la actualización que está recibiendo toda la gama alemana, la BMW K 1600 pone al día sus diferentes versiones, que ya cumplen con la normativa Euro 5, y mejora en varios aspectos para optimizar su fórmula rutera.
Las novedades más importantes se centran en el motor, un bloque de 1.649cc y seis cilindros en línea que desarrolla 160 CV, los mismos que antes, pero disponibles desde en un régimen de revoluciones más bajo; y 180 Nm de par máximo, que es mayor (175 Nm hasta ahora).
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Ahora cuenta con dos sensores de detonación y dos sondas lambda extra (para un total de cuatro), lo que le ha permitido reducir sus emisiones contaminantes, aunque BMW Motorrad no ha desvelado el dato concreto.
La marca afirma que su entrega de potencia es suave y que, con la ganancia de par, la aceleración es todavía más consistente. Todo ello mejora su carácter a la hora de afrontar largos viajes, aspecto que también se ha reforzado con la incorporación del nuevo control dinámico del freno motor (MSR) y de la suspensión electrónica dinámica ESA.
Especial para viajes largos
Ésta compensa de manera automática la carga, lo que mejora la comodidad mientras se rueda, además de aportar una mayor seguridad al afrontar cualquier tipo de maniobra.
También mejora la dotación de serie en otros aspectos. Así, los faros delanteros son Full LED adaptativos, el cuadro de instrumentos multifunción con pantalla TFT de 10,25 pulgadas presenta conectividad ampliada con smartphones, dispone de cuatro botones de asignación libre para que cada piloto elija sus funciones favoritas y opcionalmente puede incorporar un sistema de audio 2.0.
La gama BMW 1600 K está formada por las variantes GT, GTL, Grand America y B; cada una con un carácter diferenciado y opciones de personalización específicas, como colores, maletas, acabados cromados, parabrisas, etc.
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