Mitt GT‑K: la motocicleta española que quiere revolucionar el segmento gran turismo

Mitt es una marca española que, en pocos años, ha sido capaz de posicionarse con fuerza en el mercado de las dos ruedas. Nacida de la mano del grupo Jets Marivent, la compañía ha apostado por una fórmula clara: ofrecer motos equipadas, atractivas y útiles sin disparar el precio. Con la llegada de la GT‑K, Mitt da un paso decisivo en el segmento touring, para consolidar su presencia en el mercado español.

La Mitt GT‑K ha sido concebida con una filosofía internacional: su diseño es obra de la prestigiosa firma italiana Marabese; su chasis y motor han sido desarrollados por la suiza Suter Racing y, finalmente, se ensambla en China para mantener una excelente relación calidad‑precio.

Diseño y parte de ciclo

La GT‑K destaca por unas líneas modernas y envolventes, con una estética frontal impoinente, gracias a su triple óptica led y un parabrisas panorámico eléctrico que proporciona una gran protección aerodinámica. El chasis es un doble viga de aluminio tipo Deltabox, apoyado en un basculante del mismo material. Con una distancia entre ejes de 1,46 metros y un centro de gravedad bajo, ofrece una sorprendente agilidad para sus algo más de 250 kilogramos de peso en orden de marcha.

En cuanto al tren delantero, la suspensión recurre a una horquilla invertida de 41 milímetros con ajustes en compresión y extensión. En la zaga, monta un amortiguador horizontal con bieletas y botella de gas, ambos con 80 milímetros de recorrido y también regulables. El apartado de frenos es de alto nivel: doble disco delantero de 298 milímetros, pinzas Brembo de anclaje radial y bomba también firmada por Brembo, que se complementan con un sistema ABS de Bosch. Por último, los neumáticos Pirelli Angel GT redondean un conjunto pensado para devorar kilómetros.

Motor

El corazón de la GT‑K es un bicilíndrico en línea de 730 centímetros cúbicos y, como se ha comentado, firmado por la empresa de ingeniería Suter Racing. Produce 75 CV a 8.500 rpm y 70 Nm de par, suficientes para disfrutar tanto de una conducción tranquila como de momentos más dinámicos. La caja de cambios dispone de seis relaciones y el conjunto incluye un sistema de embrague antirrebote, que mejora la seguridad y la suavidad en las reducciones. El consumo medio se sitúa en los 4,6 l/100 km que, gracias a su enorme depósito de 24 litros, puede ofrecer a una autonomía cercana a los 500 kilómetros.

Tecnología

La tecnología en la Mitt GT‑K eleva la categoría de esta tourer. Cuenta con un gran cuadro TFT de 12 pulgadas que admite el mirroring con los móviles (duplicación de la pantalla del teléfono en la del vehículo). Para cubrir rutas largas, incorpora tres tomas de corriente -USB, USB‑C y 12 V-, puños y asiento calefactables, llave de proximidad y apertura eléctrica del depósito y maletas. También incluye testigos luminosos, aviso de presión de neumáticos y salidas de aire direccionables del carenado.

Comodidad y capacidad de carga

La posición es erguida, con semimanillares anchos y elevados. Uno de los elementos más destacables de esta Mitt GT-K, es la baja altura de su asiento, a solo 780 milímetros del suelo, lo que le hace accesible para todas las tallas. Además, gracias a su gran carenado, el piloto y el acompañante viajan bastante resguardados de las inclemencias meteorológicas, con estructura para baúl y asideros traseros. Las maletas laterales ofrecen 20 litros cada una y cuentan con cierre centralizado a través de un botón situado en la consola central.

También, en la consola central, se ubica otro de los botones que controla uno de los aspectos más destacados para la protección aerodinámica en esta motocicleta. El parabrisas delantero, de gran tamaño, se puede levantar y bajar electrónicamente para ofrecer un mayor resguardo. Gracias a este sistema y al completo carenado, el viento e incluso la lluvia, no afectan tanto a los pasajeros.

Sensaciones de conducción

Dos cosas llaman la atención en los primeros minutos de circulación con esta Mitt. Por un lado, la postura de conducción, muy cómoda gracias a la baja altura del asiento y los amplios semimanillares. Quizás, las estriberas están situadas algo retrasadas, lo que obliga a los pilotos más altos a llevar las rodillas más flexionadas, aunque no afecta al confort. Por otro lado, su peso. A pesar de ser una moto de algo más de 250 kilogramos, no cuesta levantarla al salir de las curvas o llevarla de lado a lado circulando entre el tráfico urbano.

En la ciudad, se maneja de forma ágil entre el tráfico, aunque está limitada por su buen tamaño. Por su parte, el buen par del bicilíndrico, en la zona baja del cuentarrevoluciones, permite moverse sin tener que jugar continuamente con el cambio. Si se vive a las afueras de una ciudad, las carreteras de circunvalación son una de las vías ideales de esta GT-K. Gracias a la protección aerodinámica y a una entrega de potencia muy lineal de su propulsor, los trayectos se realizan de manera muy sencilla y descansada.

Asimismo, la gran capacidad de carga que otorgan sus maletas, permite llevar sin problema los enseres del día a día o, incluso, acoger un casco integral en cada una de ellas. Aunque donde destaca sobremanera esta Mitt, es a la hora de realizar largos trayectos. Es cierto que se le puede achacar que no disponga de algunos CV más de potencia, para viajar más desahogado, pero con una velocidad punta por encima de los 170 km/h, se puede circular a ritmo legal sin problema y, además, estirando las paradas en las estaciones de servicio, gracias a su consumo de 5,0 l/100 km durante la prueba.

En definitiva, la Mitt GT-K es una moto ideal y con un precio ajustado, para aquellos que se quieren iniciar en el segmento Touring, o para usuarios que vuelven al mundo de las dos ruedas después de un tiempo fuera, gracias a su facilidad de conducción. Además, la gran calidad de sus componentes (frenos, suspensiones, etc.) y la buena puesta a punto de su chasis, transmiten mucha información al piloto de lo que sucede en el asfalto. Una moto amable para el día a día y muy capaz para devorar kilómetros.

Precio

La Mitt GT‑K está disponible en los más de 70 concesionarios que la marca tiene repartido por España. Una motocicleta que combina diseño, confort, tecnología y una parte de ciclo de nivel con un precio contenido: 10.995 euros, colocándose como una de las gran turismo con mejor relación calidad‑precio del mercado.