Las berlinas de línea cupé estilizan la silueta, pero reducen el espacio atrás, sobre todo en altura. Y así lo reflejan estos coches. Delante son correctos, pero atrás hay más diferencias. El mejor es el Volkswagen, más ancho, con más espacio para las piernas y con una altura suficiente para no tocar arriba. Le sigue el Kia, con un buen asiento posterior y un techo bien resueltos que evita rozar con la cabeza. En cambio el Audi, tiene un respaldo trasero muy recto que penaliza el confort y se queda justo en altura si se mide más de 1,80 metros. Y el peor atrás es el BMW, que tiene menos espacio en la zona de las rodillas y una altura muy limitada.
Aunque todos ofrecen cinco plazas, la central de atrás solo sirve para apuros: tienen mullidos altos y duros, y los túneles molestan en los pies. Solo la del Arteon resulta más utilizable, y ofrece el mejor maletero con diferencia. Los del Audi y el BMW son correctos y el Kia se queda algo por detrás. Pero todos incluyen portón para facilitar la carga y permiten abatir por partes los respaldos.
El A5 y el Arteon son también los mejor acabados, con una presentación atractiva y ordenada y estilos diferentes: más sencillo el Audi y con una pantalla mejor integrada el Volkswagen. Y los dos aplican materiales y ajustes de calidad que les distinguen, como el BMW, que sin embargo tiene un aspecto más recargado. El Kia resulta atractivo, pero está por detrás en refinamiento, con una instrumentación impersonal y algunos plásticos de calidad inferior.
El Arteon y el A5 son también los más cómodos de suspensión, aunque todos absorben bien los baches y permiten viajar con confort. El Kia filtra un poco menos los baches y al BMW le penalizan los asientos: son pequeños y recogen peor. Con la sonoridad sucede igual, y aunque todos son silenciosos, el Stinger y el Gran Coupé no resultan tan refinados y dejan sentir más los rumores de rodadura.
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