Todos tienen frontales altos y robustos con mucha presencia, pero el Hyundai es algo más grande y parece un coche superior, con un rostro y una parrilla elegante y una imagen más contundente.
El Peugeot es en realidad un monovolumen con la suspensión alta de los SUV, pero tiene un diseño moderno y detalles vanguardistas, como las láminas de la rejilla, las protecciones inferiores metalizadas o los pilotos traseros, que le dan mucho gancho.
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El Seat es más sobrio, pero estrena la nueva parrilla hexagonal y unos faros a la última, un lateral ascendente y un portón trasero sencillo con los escapes integrados que le dan un aire original. Y el Nissan adopta una parrilla en forma de V que realza su carácter, pero el lateral es muy plano y tiene una zaga muy levantada que rompe un poco el equilibrio estético.
En el interior, el más atractivo es el 5008, que reúne un puesto de conducción peculiar pero original, un salpicadero elaborado y adornos sofisticados que marcan la diferencia. El Santa Fe es sólido, elegante y tiene presencia, aunque con una instrumentación anodina. El Seat resulta algo simple en sus formas y materiales, pero lleva la pantalla bien integrada y todo muy ordenado. El Nissan presenta un ambiente aparente, pero más económico, y con una instrumentación y una pantalla superadas.
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