Dos mundos distintos. La puesta al día del Volkswagen Golf llega a las variantes más especiales de la gama, los eléctricos e-Golf y GTE y los deportivos GTi y R. Los cuatro estarán disponibles en mayo y reciben las mejoras estéticas y tecnológicas del resto de la familia, aparte de avances específicos, como una mayor eficiencia para los modelos a pilas y potencia aumentada para las versiones dinámicas. Hemos conducido los cuatro.
e-Golf
Gran paso adelante. La batería gana capacidad y aumenta la autonomía a 300 kilómetros oficiales (190 antes). Y el motor sube de 115 a 136 CV y aporta una mejora clara en las prestaciones y la utilidad general. El par o fuerza de empuje, por su parte, presenta la misma evolución y pasa de 270 a 290 Nm.
La aceleración de 0 a 100 km/h mejora casi un segundo, bajando de 10,4 a 9,6, y la velocidad máxima crece de 140 a 150 km/h. Y estos avances permite circular por autopista con mayor margen que en el e-Golf actual y gastando también menos, porque ahora, al rodar a 120 km/h, el coche va menos forzado.
El radio de acción, un aspecto prioritario para cualquier eléctrico, llega a 300 kilómetros y supera al del Nissan Leaf (250), al tiempo que se empareja con el del BMW i3. Pero lo mejor es que en uso real, conduciendo con normalidad, sin preocupación por la eficiencia y utilizando el climatizador todo lo necesario, el rango real será de al menos 200 kilómetros.
La pila sube de 24,2 a 35,8 kWh y ocupa el mismo espacio, porque el avance se ha logrado ampliando su densidad energética: cada módulo del acumulador es igual de grande pero produce mayor rendimiento. En el enchufe de casa (2,3 kw) tardará 13 horas en recargarse, aunque en tomas de 7,2 kw bajara a 4 horas y en las rápidas CCS de 40 kw se llenará en apenas 45 minutos. En todos los casos, las cifras corresponden a recargas del 80% de la capacidad total.
Volkswagen anuncia un precio en España de 38.020 euros, que se quedan en 34.000 al aplicar el descuento de lanzamiento y la promoción por financiar la compra con la marca. Y se espera que la aprobación del nuevo Plan MOVEA permita reducir la factura otros 5.500 euros. La nueva versión sustituirá a la actual.
Al final, el e-Golf 2017 corre más y dura más que el conocido, pero mantiene al mismo tiempo su silencio y suavidad de funcionamiento, que marcan distancias notables frente a los modelos de combustión y convierten su conducción en especialmente agradable.
Apenas pierde maletero frente a los Golf términos (340 litros, 40 menos), pero el peso se dispara en esta versión eléctrica, que tiene una tara de 1.615 kilos, 200 más que un GTi automático, por ejemplo. En ciudad no se nota, pero en carretera sí, porque tiene más inercias. Sin embargo, y a pesar de todo, el comportamiento está muy logrado.
golf GTE
Al contrario que el Golf eléctrico puro, el GTE o híbrido enchufable apenas varía. Todos sus datos técnicos son iguales y el coche transmite la misma sensación que antes. Permite circular hasta 50 kilómetros en modo eléctrico, sin emisiones, y consumir 1,6 litros en los primeros 100 kilómetros recorridos, aprovechando el empuje inicial de la electricidad. La idea es cubrir los desplazamientos diarios con las pilas, de casa al trabajo y vuelta, y tratar de no repostar gasolina de lunes a viernes. Los fines de semana se podrán hacer excursiones o viajes en modo híbrido, sin limitaciones de autonomía.
En este modo, durante las pruebas se consiguió un consumo de siete litros en un primer tramo mixto de carretera y autopista, y bajó a 6,2 en una segunda fase más localizada en vías secundarias y travesías de pueblos. En ambos casos se condujo con suavidad y sin superar los 110 km/h. La marca anuncia que se ha mejorado la gestión en el modo híbrido, para gastar menos, y que el coche es capaz ahora de comunicarse con el navegador y adaptar la mecánica al trazado para reforzar la eficiencia. No se dan datos, pero en un Audi Q7, a modo de referencia, este sistema puede ayudar a reducir el consumo del orden de un 5%.
El GTE es la opción más recomendable si se busca un coche con potencial ecológico que sirva para todo, aunque presenta también aspectos mejorables: pesa igual que el eléctrico puro y pierde más maletero, porque su zona de carga se queda en unos 270 litros, 110 menos que en los Golf de combustión de cinco puertas. Aunque el peso en carretera se nota menos, porque tiene ruedas más grandes y suspensiones más firmes que sujetan más.
El precio de venta en España será de 40.250 euros y, a diferencia del e-Golf, Volkswagen no ha comunicado, al menos de momento, que se vayan a ofrecer descuentos.
golf GTi
El icono. La potencia sube de 220 a 230 CV en el GTi normal, y de 230 a 245 en el GTi Performance. Y aunque es difícil de apreciar el avance en el primero, que sigue corriendo y sonando más que suficiente para la gran mayoría, sí se aprecia con mayor contundencia en el segundo. Ambos pueden montar el nuevo cambio automático DSG de siete velocidades, que funciona igual de bien que el de seis actual y que, por la marcha extra, ayuda a consumir menos.
El GTi lleva de serie llantas de 17 pulgadas, mientras que el Performance sube a 18 (opcionales en el anterior) y añade frenos más potentes y un diferencial autoblocante de base mecánica y control electrónico (como el Seat León Cupra) que potencia su capacidad de tracción y su deportividad general: parece como si no tuviera límite, porque basta apuntar con el volante y acelerar para que el eje delantero se inscriba en la curva, incluso a velocidades en las que lo normal sería que el coche se deslizara de delante. Pero no pasa. Parece otro coche, porque en el primero sí que hay que modular el acelerador con cierto mimo para evitar subvirajes.
El mayor empuje del Performance frente al de ahora se nota no solo por la mayor potencia, sino también por su mayor par: 370 Nm, 20 más, que se mantienen además constantes entre 1.600 y 4.300 revoluciones. Cabe recordar que la potencia es igual al par por el número de vueltas.
Ambos ganan décimas acelerando respecto a las versiones actuales y también algún kilómetro por hora de velocidad. El Performance brinda ahora un 0 a 100 en 6,2 segundos (6,4 antes) y llega a 250 km/h (248 el saliente). Y con la nueva caja DSG consume, de media oficial, 6,3 litros (6,6 con la manual). El peso es de 1.387 kilos con cambio manual y 1.415 con el DSG.
Precios: desde 34.230 euros para el GTi y desde 36.340 para el GTi Performance.
golf R
La alternativa más potente, que ahora lo es un poco más. El motor 2.0 TSi sube de 300 a 310 CV y refuerza aún más las sensaciones al volante. La tracción 4×4 se mantiene y ayuda a digerir el potencial disponible. Y es el Golf deportivo más ágil, el que permite más filigranas, en parte porque tiene el eje trasero más vivo de la gama. Además, ahora se ofrece un paquete Performance que lleva al coche al siguiente escalón en dinamismo y está pensado para disfrutar en circuito: reúne neumáticos semi-slick de alta adherencia, frenos más potentes y dos kilos más ligeros, y un nuevo sistema de escape de titanio que suena más y ahorra otros siete kilos de peso, haciendo que baje de 1.483 a 1.474.
Con cambio manual de seis marchas tiene 380 Nm de par y acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos, mientras que con el nuevo DSG de siete sube a 400 Nm y baja a 4,6 segundos, aparte de homologar un consumo medio inferior: 7 litros (7,9 el manual).
La velocidad máxima asciende a 250 km/h en ambos, aunque con el paquete Performance se elimina también el limitador y crece hasta los 267 km/h e incluso a 270 en la carrocería Variant o familiar, que es la única propuesta de las cuatro compatible con este traje. Llegará al mercado con un precio que arranca en los 43.680 euros.
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