La venta y entrega de coches de lujo no puede descuidar bajo ningún concepto el bienestar del vehículo durante su traslado. Una vez en manos de su propietario, el concesionario ya puede respirar con tranquilidad, pero mientras el coche esté bajo su responsabilidad este no puede recibir ni un rasguño.
Y es que, si ya de por sí los coches no son bienes baratos, los modelos más exclusivos tienen precios exorbitados. Tener que hacer frente a la reparación o al pago de una de estas unidades puede descuadrar bastante las cuentas de cualquier establecimiento.
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Además, descuidar el estado de las instalaciones, puede llegar a causar una tragedia. El pasado mes de febrero, los bomberos de Palm Beach, Florida (EEUU) tuvieron que acudir a rescatar un Ferrari Roma que se había caído por el hueco del ascensor.
La caída provocó una fuga de combustible
El propio cuerpo de bomberos explicó en su momento que tuvo que desplazarse hasta el lugar de los hechos incluso un grupo de operaciones especiales para rescatar el vehículo. Según lo explicado, el origen de este aparatoso incidente fue un fallo en el funcionamiento del ascensor.
La víctima fue un Ferrari Roma gris de más de 227.000 euros, que cayó en picado por el hueco del ascensor y quedó encajado. Además de los daños notables de la carrocería y el frontal, el vehículo empezó a sufrir una fuga de combustible provocada por la misma caída.
Lo primero que tuvieron que hacer los bomberos y los agentes fue cortar esta fuga, ya que ponía en riesgo la seguridad de todo el concesionario. Tuvieron que cortar la luz del establecimiento para poder operar con seguridad.
Una vez que solucionaron la pérdida de combustible, utilizaron un vehículo con un cabestrante especial para poder sacar el Ferrari Roma del ascensor. Toda la operación se completó en unas cuatro horas y el coche, como se puede ver en las imágenes del propio cuerpo de bomberos de Palm Beach, quedó destrozado. Fue la única víctima de este desafortunado incidente.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.