Atrae a primera vista y convence al conducirlo. El Serie 2 recoge el poder de seducción de los cupés y está pensado para quienes disfrutan al volante. Pero, a pesar de su mentalidad deportiva y medidas ajustadas, ofrece un confort adecuado para el uso diario y los viajes, y no renuncia al sentido práctico: incluye cuatro plazas utilizables y un maletero más que correcto. Y es uno de los caprichos más razonables de BMW, con precios desde 32.900 euros.Llega en marzo.
Como la mayoría de los cupés, el Serie 2 tiene su mejor tarjeta de presentación en el diseño y está mucho más logrado que su antecesor el Serie 1 Coupé. Así, gana presencia y propone una estampa más esbelta y con mayor clase que recuerda incluso al anterior Serie 3 Coupé. La mejora se confirma por dentro, porque comparte el salpicadero y los acabados más modernos y cuidados de los Serie 1 actuales, que aportan ahora un ambiente más refinado y similar al del Serie 3 berlina. Mide 4,43 metros, y es siete centímetros más largo y tres más ancho que el Coupé saliente. El estirón potencia el empaque y permite ofrecer también unas plazas traseras algo más amplias (aptas para estaturas de hasta 1,75 metros) y un maletero de 390 litros (20 más).
La conducción es el otro punto fuerte del Serie 2. Reúne una dirección rápida y la propulsión trasera de BMW, y destaca por su agilidad. Y como incluye unas suspensiones más firmes que las de los Serie 1, una altura rebajada y motores más potentes, termina por ofrecer un dinamismo superior. Pero mantiene un buen confort y transmite ese tacto impecable que distingue a los coches exclusivos de los populares.
La gama incluye de entrada seis motores que corresponden a las versiones 218d, 220d y 225d en diésel (143, 184 y 218 CV), y 220i, 228i y 235i en gasolina (184, 245 y 326 CV). Todos tienen turbo y cambio de seis marchas, y pueden equipar un automático de ocho velocidades que es de lo mejor del mercado. El 235i, por su parte, juega en otra liga superior y aporta un sonido y prestaciones espectaculares: acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos.
Para los usuarios más deportivos se ofrecen como opción componentes especiales como ruedas más grandes, frenos sobredimensionados, suspensión electrónica, diferencial autoblocante y hasta kit de potenciación en algunos motores como el 220d (pasa de 184 a 200 CV). Por lo demás, solo se han confirmado tres precios: 220i (32.900 euros), 220d (33.900) y 235i (49.900). Y esa es la principal duda que genera el Serie 2: cuesta unos 4.000 euros más que un Serie 1 tres puertas equivalente, una diferencia difícilmente justificable.
El equipo de serie resulta completo en lo fundamental, pero como suele pasar en BMW, exige pagar aparte detalles como el bluetooth para el móvil, los faros antiniebla delanteros o el puerto USB, que vienen ya de serie en muchas marcas. Y no salen precisamente baratos.
Un Cabrio más sofisticado
Igual que las carrocerías cupé y descapotable del Serie 1 pasan a denominarse Serie 2, las que derivan del Serie 3 se llaman ahora Serie 4. El nuevo 4 Cabrio mantiene el techo metálico plegable del modelo saliente y se postula como el único descapotable medio que ofrece este sistema en lugar de la capota de lona. También destaca su mayor tamaño (4,63 metros), que aumenta ligeramente el espacio disponible atrás, y algunas soluciones de confort, como las salidas de calefacción integradas en los asientos a la altura de la cabeza, que permiten circular sin techo incluso con temperaturas muy bajas. Las plazas traseras son más cómodas que antes y el maletero crece hasta 370 litros (10 más) en configuración cupé y 220 (otros 10) si se descapota.
El Serie 4 Cabrio es caro: se vende desde 49.900 euros. Pero sobresale por su conducción exquisita y añade detalles sofisticados que denotan su calidad, como su afinada aerodinámica, que reduce las turbulencias cuando se rueda abierto, o la posibilidad de accionar el techo en marcha (es el único de metal que lo permite). Por ahora solo se ofrecen tres versiones: 420d, 428i y 435i, con 184, 245 y 306 CV.
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