El concepto de coche anfibio lleva existiendo décadas, pero por diversos motivos (poca maniobrabilidad y mal rendimiento en el agua, entre otros) nunca ha terminado de triunfar. Ahora, una compañía brasileña le ha dado una vuelta de tuerca, simplificando el enfoque y creando, básicamente un trampantojo: lanchas que parecen coches.
Ha sido Seacar la empresa que, viendo que los modelos híbridos no terminan de rendir en ninguno de los campos, ha optado por disfrazar sus lanchas como si fueran automóviles.
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A simple vista parecen superdeportivos (de hecho, muy similares a los modelos de Aston Martin), pero no pueden funcionar como coches. Solo operan en el agua como si se tratara de lanchas.
Gracias a esta especialización, sobre el agua son bastante rápidas y pueden alcanzar velocidades de hasta 96 km/h.
Navegar con estas embarcaciones, además, parece bastante sencillo. Incluso el interior es como el que podría esperarse en un automóvil, así que la experiencia debe de ser relativamente similar. Presentan un habitáculo biplaza, con tapicería de cuero, un volante de tipo yugo y un pequeño cuadro de instrumentos completamente digital.
Actualmente Seacar ya comercializa dos modelos, los Maestry y Vehigh, que comparten un enfoque muy parecido y que están disponibles desde unos 75.000 euros.
Sin embargo, dado que son vehículos de recreo poco prácticos, la empresa es consiente de que mucha gente simplemente querrá probarlos por curiosidad. Por eso también los ofrece para alquiler, con un precio de unos 100 euros por media hora y persona o directamente por 1.000 euros para dos, durante cinco horas.
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