El futuro de los coches de combustión en Europa no es muy halagüeño. Ante la prohibición de vender cualquier coche que no sea eléctrico a partir de 2035, algunos fabricantes han tratado de postular alternativas para mantenerlos con vida, sobre todo Porsche, quien está haciendo campaña sobre las virtudes de los combustibles sintéticos como una opción viable.
Las ha enumerado en más de una ocasión, pero también las ha demostrado sobre el terreno. Así, la firma alemana ha optado por utilizar el ‘e-fuel’ para conseguir hazañas que den cuenta de su rendimiento y posibilidades.
La primera ha sido bastante espectacular, y es que ha conseguido batir el récord del mundo de altura con un Porsche 911 modificado: ha logrado coronar la cima del volcán Ojos del Salado, en Chile, situada a 6.734 metros sobre el nivel del mar.
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Se trata de un trayecto con unas condiciones bastante extremas, puesto que a tales alturas el aire es la mitad de denso que a nivel del mar y además se registran temperaturas muy bajas, de hasta -20 grados centígrados.
Teniendo esto en cuenta, los dos Porsche 911 que conformaron la expedición, apodados ‘Doris’ y ‘Edith’, se prepararon a conciencia.
Ambos partían de un 911 Carrera 4S con motor bóxer 3.0 de seis cilindros, con 450 CV de potencia y asociado a una caja de cambios manual de siete velocidades de fábrica. Sin embargo, montaban ejes de pórtico para conseguir una distancia libre al suelo de 350 milímetros, incorporaban una plancha de aramida para proteger los bajos y empleaban un sistema de dirección electrónica.
Edith, que era el más ligero de la pareja, consiguió superar el récord anterior, registrado en 2020 en una altura de 6.694 metros.
Una hazaña única
A sus mandos iba el piloto Romain Dumas, quien declaró tras la hazaña: “Nunca olvidaré esta experiencia. Fue una sensación extraordinaria conducir hasta donde ningún coche había llegado antes. El 911 logró llegar más alto que cualquier otro vehículo terrestre en la historia. Conseguimos alcanzar la cumbre en su cresta oeste; no se podía subir más. Fue un momento de orgullo para todo el equipo y estamos agradecidos por el apoyo y la confianza de todos nuestros socios, que hicieron que este proyecto se convirtiera en realidad”.
Por su parte, Frank-Steffen Walliser, vicepresidente de Arquitectura Completa de Vehículos de Porsche AG, ha señalado: “Felicitamos a todo el equipo por este notable e inspirador logro. Este proyecto comenzó como un ‘qué pasaría si’ y finalmente se ha llevado a término. Estoy muy orgulloso de trabajar para una empresa que cree en superar los límites y aprender explorando. Los dos 911 que se utilizaron en esta expedición estaban alimentados por e-fuel, que se produce en la planta piloto Haru Oni de Punta Arenas, en la que participa Porsche, y luego se mezclan según las regulaciones de combustible actualmente aplicables”.
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