La personalización es un aspecto clave en el mundo del automóvil, cada vez más. Los configuradores de las marcas ofrecen múltiples opciones a sus clientes para que hagan al gusto su coche, y otros fabricantes van más allá y preparan programas específicos que permiten al comprador incluir detalles que no estén ni siquiera en el catálogo. Y luego están las firmas como Ferrari, que directamente llegan a modificar tanto uno de sus deportivos que acaban convirtiéndolo en un modelo único. El Ferrari SP38 es el último en sumarse a esta lista.
La base del vehículo es un Ferrari 488 GTB, aunque cueste reconocerlo, pero debido al gusto del adinerado cliente, se ha transformado en un deportivo especial inspirado nada menos que por el mítico F40. Sin embargo, resulta complicado encontrar la inspiración del icono, puesto que mientras este fue el último gran superdeportivo analógico de la casa y en él predominaban las formas rectangulares, en el SP38 sus afiladas líneas inevitablemente invitan a pensar en el Ford GT o el Lancia Stratos.
El frontal es realmente bajo, con un paragolpes conformado casi en exclusiva por una entrada de aire que ocupa todo el ancho y sobre la que van montados dos finos grupos ópticos. El capó cuenta con una gran toma de extracción de aire, los bajos en fibra de carbono le dan un aspecto bitono y que recuerda en parte a la solución empleada en los SUV, la caída del techo cubre el motor casi por completo y en la zaga el alerón está integrado en la carrocería, enmarcando los cuatros faros redondos traseros y las dos salidas de escape.
No se ha desvelado si cuenta con modificaciones mecánicas, aunque tampoco le harían mucha falta ya que de serie monta un motor 3.9 V8 biturbo de 670 CV de potencia.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.