El mundo de los superdeportivos lleva unos años siguiendo ciertas tendencias, que pasan principalmente por la electrificación. Sin embargo, de cuando en cuando aparece una propuesta más clásica que se sale de la norma. El Ginetta Akula es el perfecto ejemplo de ello, porque rompe moldes por varias razones.
Su diseño llama bastante la atención debido a un enfoque algo recargado, repleto de añadidos que tienen una función aerodinámica. El bajo frontal está conformado por una enorme entrada de aire, hay salidas tanto en el centro del capó como tras los pasos de rueda delanteros, en la zaga monta un alerón fijo y tiene un difusor trasero muy agresivo.
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El interior es peculiar en tanto en cuanto combina rasgos propios de un superdeportivo con otros mucho más prácticos que son una rareza en este segmento. Así, la fibra de carbono es protagonista casi absoluta y da forma a salpicadero o asientos, el volante parece sacado directamente de la competición, el cuadro de instrumentos también y hasta cuenta con una jaula antivuelco de acero.
Sin embargo, también dispone de una pantalla central de tamaño generoso, su sistema multimedia es compatible con dispositivos iOS y hasta dispone de una zona de carga inalámbrica para smartphones.
Otro detalle llamativo es el hecho de que tiene un maletero de tamaño considerable, con una capacidad de 473 litros que hace que sea mucho más versátil que la mayoría de superdeportivos.
Una mecánica tradicional
Uno de los aspectos en los que rompe con lo establecido es en su apartado mecánico, puesto que no recurre a ningún tipo de electrificación. Confía en un motor 6.4 V8 de aspiración natural que desarrolla una potencia de 600 CV y un par máximo de 670 Nm.
Puede combinarse con una caja de cambios manual de seis velocidades o con una transmisión automática de siete, siempre asociado a un sistema de tracción trasera con diferencial de deslizamiento limitado. Esta configuración le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h.
El Ginetta Akula será un modelo muy exclusivo ya que solo van a fabricarse 20 unidades, cada una con un precio de 275.000 libras esterlinas, es decir, algo menos de 326.000 euros, a lo que luego hay que sumar impuestos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.