De rozar los cuatro dólares por galón de gasolina (3,8 litros) hace apenas tres años, a caer por debajo de dos, lo que equivale a unos 0,40 euros el litro. Y con el combustible casi regalado, los compradores y la industria estadounidenses parecen tener memoria de pez y están olvidando con rapidez la búsqueda de la eficiencia para volver su mirada a los grandes dinosaurios automovilísticos, los todoterrenos y camionetas pick up , muchos de ellos con más de cinco metros de largo y potentes motores devoradores de gasolina, que han dominado siempre este mercado.
El desafío
pendiente de Volkswagen
Dos buenas noticias para VW en Detroit: el Golf ha sido elegido coche del año en EE UU, y el grupo alemán ha superado por primera vez en su historia la barrera de los 10 millones de vehículos vendidos, 10.140.000 en 2014. Pero estos éxitos no pueden ocultar ciertos desafíos comerciales pendientes, porque las ventas del consorcio han caído un 2%, hasta las 600.000 unidades, en contraste con un mercado que ha crecido más de un 10 %, pasando de 15,4 a 16,9 millones de automóviles.
Este estancamiento es el principal obstáculo para que VW se imponga a General Motors y Toyota como líder mundial, y para superar el reto va a lanzar una ofensiva que solvente sus puntos débiles y permita llegar a 800.000 coches en 2018.
La base será el lanzamiento de al menos dos todoterrenos o SUV específicos para EE UU, un segmento en el que la oferta actual del grupo no cubre los gustos americanos. La primera propuesta será un modelo grande, del tamaño del Touareg, derivado del prototipo Cross Coupé presentado en Detroit. Tendrá variantes de cinco y siete plazas y saldrá a final de 2016. Y en 2017 se lanzará un modelo medio basado en el próximo Tiguan, aunque con el chasis alargado para ofrecer más espacio.
Por otro lado, VW ha decidido acortar los ciclos de vida de los modelos que vende en EE UU y pasar de los siete años actuales, como en Europa, a cinco, y añadiendo una puesta al día al cumplir los tres. Es la solución elegida para satisfacer las preferencias de los clientes locales, que cambian más a menudo sus coches valorando mucho las novedades y primando siempre a los más modernos.
El VW Cross Coupé GTE será pues la base sobre la que se preparará la ofensiva. Mide 4,85 metros de largo y equipa una mecánica híbrida enchufable, con motor V6 de gasolina y dos eléctricos que suman 340 CV. Y puede recorrer algo más de 30 kilómetros con las pilas.
Entre unos y otros sumaron el 55% de las ventas de diciembre en EE UU, que ascendieron a 1,5 millones de vehículos ese mes, y solo entre los tres pick up más vendidos del año -Ford F 150, Chevrolet Silverado y Dodge Ram- acumulan 1,7 millones en 2014, más del 10% del total (casi 17 millones en 2014). Si añadimos los todoterrenos o SUV, este tipo de vehículos han crecido un 12% en 2014. «Los norteamericanos pasan mucho tiempo en el coche cada día, algunos recorren hasta 300 kilómetros para ir y volver al trabajo o dejar a los niños en la escuela, y quieren coches grandes con todas las comodidades» explica a El País en el renacido Salón de Detroit (hasta el 25 de enero) Michael Horn, Presidente de VW Norteamérica, que lanzará nuevos todoterrenos específicos para esta región.
En el otro extremo del mercado, los coches híbridos han caído el año pasado en EEUU alrededor del 10% y los pequeños otro 6%, según el ejecutivo alemán.
Este cambio de tendencia impregna el certamen de Detroit y no es una buena noticia para la salud del planeta, que afronta otro año récord en la producción mundial de vehículos para acercarse a los 90 millones (23,5 solo en China). Sobre todo porque puede suponer un frenazo al proceso de electrificación. Con los precios actuales de la gasolina, los híbridos y eléctricos pierden sus ventajas económicas. Así, la tentación de ralentizar o aplazar las inversiones en tecnologías limpias puede ser irresistible. «Las ventas de modelos híbridos y enchufables pueden caer a corto plazo», declara Horn, pero «después subirán rápidamente a partir de 2020, porque son la única solución para cumplir las futuras normas de emisiones de CO2. Tendremos que estar preparados».
Heinz Jakob Nueber, responsable de desarrollo de mecánicas de VW, resalta la estrategia del grupo alemán: «Estos cambios bruscos son la razón por la que no hemos lanzado modelos eléctricos o híbridos específicos. Nuestra estrategia de plataformas modulares es mucho más flexible, porque podemos montar mecánicas de gasolina, diésel, gas natural o módulos híbridos y eléctricos en la misma cadena y en un mismo modelo según demanden los clientes», asegura.
Lo cierto es que en el aluvión de nuevos modelos desvelado en Detroit conviven las dos almas del automóvil actual, los grandes todoterrenos y deportivos que triunfan en mercados como el norteamericano, y los últimos híbridos enchufables y eléctricos que exigen las futuras normativas de CO2 de los gobiernos y las megaciudades de medio mundo. Aunque los modelos de baterías tienen a priori las de perder, la rendición no parece próxima.
En la capital del motor estadounidense, Carlos Ghosn, máximo responsable de la Alianza Renault- Nissan y habitual apóstol de la electrificación, ha contado con la inesperada ayuda de Mary Barra, su equivalente en General Motors. Y ambos, al igual que Elon Musk, fundador y primer ejecutivo de Tesla Motors, otra de las referencias en coches eléctricos (33.000 unidades vendidas en 2014, un 50% más que en 2013), han coincidido en anunciar que la próxima generación de modelos que preparan para dentro de un par de años serán más asequibles y mejores que los actuales. Por un lado, el kWh de las baterías ha pasado de costar 1000 euros a 500, y seguirá bajando, lo que reducirá el coste de estos coches. Y además, se superarán pronto los 300 kilómetros de autonomía, un aspecto que aumentará su aceptación. Así que el desenlace de la batalla no está tan claro como pudiera parecer. El prototipo Chevrolet Bolt es uno de las propuestas que adelanta el cambio en los modelos con baterías.
Entrando en el aspecto comercial, en Detroit se ha presentado un buen número de modelos interesantes que llegarán al mercado europeo. Destacan todoterrenos como el Audi Q7 y el Mercedes GLE; Infiniti muestra el Q60 Coupé, su próximo deportivo medio para competir con los Audi A5 y BMW Serie 4; Volvo, la variante campera Cross Country de los S60 y V60, y BMW, la puesta al día del Serie 6. Además, hay nuevas versiones de altas prestaciones de modelos ya a la venta, como los Mini JCW, Lexus GS-F y Cadillac CTS-V. Y también se estrenan superdeportivos icónicos como los nuevos Acura NSX (Honda en Europa) y Ford GT.
Sobresalen asimismo ciertos coches de mentalidad ecológica, como la segunda generación del Chevrolet Volt (en principio no vendrá a España) y los Hyundai Sonata Plug-in y Mercedes Clase C Plug-in, dos nuevos enchufables previstos para 2015.
Por último, resaltan tres prototipos visionarios (ver abajo), como el Local Motors Strati, fabricado con una impresora 3D, y el retorno del hidrógeno de la mano de Honda y su FCV, que será la base del modelo definitivo que lanzará en 2016 en Japón para dar la réplica al Toyota Mirai, que utiliza el mismo combustible y se acaba de poner a la venta allí.
Del piloto automático
al coche impreso en 3D
El Mercedes F015 Luxury es el prototipo más llamativo de Detroit, un coche concepto que anticipa cómo pueden ser los modelos de lujo del futuro. Este palacio rodante de dimensiones apabullantes (5,2 metros de largo y dos de ancho) incluye cuatro asientos individuales que, gracias a la función de piloto automático, se pueden girar y enfrentar para formar un salón. Tiene seis pantallas que se manejan a distancia con órdenes gestuales, y puede conducirse solo. La mecánica es de hidrógeno (no genera emisiones) y la aplicación de fibra de carbono y aluminio reduce el peso un 40% frente a un turismo actual de su tamaño.
El Chevrolet Bolt es otro de los focos de atención del certamen, porque adelanta cómo serán los modelos eléctricos de segunda generación que prepara la marca. Según General Motors, matriz de Chevrolet, este monovolumen de tamaño compacto ofrecerá 330 kilómetros de autonomía y costará unos 30.000 dólares (25.000 euros). Y podría lanzarse en dos años.
Por último, el Strati es un prototipo desarrollado por Local Motors, una start up que quiere revolucionar la producción de coches. Se trata del primer automóvil del mundo cuya carrocería está fabricada con una impresora 3D, y en Detroit han fabricado una unidad en directo. El proceso tarda 44 horas, que se esperan reducir a 12, y da como resultado un traje que combina fibra de carbono y plástico y cuyo material resulta similar al de las piezas del juego LEGO. Después se monta la mecánica, que es eléctrica, procede del Renault Twizy y permite alcanzar hasta 90 km/h. Según Jay Rogers, fundador de la compañía, el Strati «costará de 25.000 a 35.000 dólares» (de 21.000 a 30.000 euros) en función de la personalización que decida el cliente, que podrá dibujar muchos detalles y elegir accesorios a su gusto. Y Capin Gally, director de producción, señala que imaginan «una red de concesionarios con impresoras en los que el cliente podrá llevar su diseño para imprimirlo y hacerse su coche».
Los últimos caballos de carreras
Los nuevos Ford GT y Acura NSX son los modelos de producción en serie más espectaculares de la muestra estadounidense. El primero saldrá a la venta en 2016 en una serie limitada todavía sin número ni precio declarado (se especula que rondará los 150.000 dólares, unos 125.000 euros) y conmemora el 50 aniversario de la primera victoria de Ford en las 24 Horas de Le Mans. El nuevo GT promueve tecnologías ligeras para reducir el peso aplicando materiales como la fibra de carbono y el aluminio, y adelgaza 225 kilos, 25 de ellos solo en las llantas. Y esta mejora, combinada con un motor 3.5 V6 Ecoboost de «más de 600 CV», según Ford, debería resultar suficiente para ofrecer prestaciones a la altura de los mejores superdeportivos.
El Acura NSX es la propuesta de la división exclusiva de Honda, que lo comercializará en EE UU a final de año con un precio de 155.000 dólares (unos 134.000 euros), similar al estimado para el Ford GT. Pero llegará a Europa con la marca Honda algo más tarde. Sustituye al modelo que se dejó de producir en 2005, aquel que condujo Senna, entre otros grandes pilotos, y tiene una mecánica vanguardista. Reúne chasis de aluminio y una carrocería de aspecto futurista en la que destaca el diseño del frontal, con unos afilados faros de led a la última. Y añade una mecánica híbrida que supera los «550 CV», en palabras de Honda, formada por cuatro motores: un V6 de gasolina biturbo conectado al eje trasero y tres eléctricos, uno acoplado al cambio automático secuencial de nueve marchas y los otros dos delante para aportar tracción 4×4 y afinar el comportamiento. El diseño interior de este biplaza es también muy moderno, pero no se han facilitado más datos técnicos ni prestaciones.
Porsche presenta la versión Targa del 911 Carrera 4 GTS, que costará 158.100 euros en España y combina un motor de 430 CV con un techo de paneles desmontables para poder disfrutar sensaciones cercanas a los descapotables. Infiniti, por su parte, pone la nota más comercial con el Q60 Concept, un prototipo preserie que adelanta un nuevo cupé de tamaño medio, relevo del modelo actual del mismo nombre, para competir con los BMW Serie 4 y Audi A5, y con el próximo Mercedes Clase C Coupé. Tiene una longitud de 4,69 metros y un interior con cuatro plazas y acabados lujosos. Y también una mecánica avanzada, con motor 3.0 V6 biturbo, cambio automático de siete marchas y tracción 4×4.
Gigantes de bajo consumo
Los todoterrenos grandes o SUV son los modelos preferidos por los conductores estadounidenses, y en Detroit se presentan nuevas propuestas que se comercializarán también en Europa. La estrella es el Q7, la segunda entrega del 4×4 superior de Audi, que mantiene su tamaño generoso (5,05 metros de longitud) y también un habitáculo muy desahogado, con opción de contar con cinco o siete plazas. Pero el modelo alemán recurre a materiales ligeros y otras soluciones para reducir su peso en hasta 325 kilos respecto al de ahora, un avance que mejora la manejabilidad y permite también que los motores puedan ofrecer prestaciones superiores con consumos más contenidos. La versión 3.0 TDi de 272 CV, por ejemplo, homologa un gasto medio de 5,7 litros (149 g/km de CO2). El modelo saldrá a la venta en España la próxima primavera, con tarifas estimadas a partir de 65.000 euros.
Mercedes presenta el GLE Coupé, su primer todoterreno de línea deportiva, derivado del ML, que busca restar ventas al BMW X6, el pionero entre estos coches. Recoge un planteamiento menos familiar y más dinámico que el Q7, y está programado para junio. Aparte de su formato, destaca asimismo por su tamaño mastodóntico (4,90 metros de largo por 2 de ancho) y por incluir el nuevo cambio automático de nueve relaciones de la marca, que permite afrontar viajes con el motor girando a menos revoluciones que con la caja de siete marchas de ahora y, por tanto, con menor consumo. Todavía no hay cifras oficiales, pero se esperan gastos desde unos seis litros con los motores turbodiésel menos potentes.
VW tampoco falta a la fiesta, y su prototipo Cross Coupé GTE servirá de base para desarrollar nuevos todoterrenos pensados para el mercado estadounidense (ver recuadro superior). Aparte de adelantar el lenguaje de diseño de estos futuros modelos, equipa una mecánica híbrida enchufable con unos 32 kilómetros de autonomía eléctrica y consumos mínimos en los primeros 100 kilómetros recorridos, gracias al apoyo eléctrico. Sin embargo, todavía no se anuncian registros de gasto oficiales.
Junto a los SUV, en Detroit se pueden ver también las últimas camionetas pick up, con caja de carga separada: desde el Ford F150, líder indiscutible del mercado durante los últimos 30 años, hasta los Toyota Tacoma, Nissan Titan y el nuevo prototipo de Hyundai, el Santa Cruz, que presenta un diseño más deportivo de lo habitual y dimensiones más comedidas.
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