Volvo quiere destacar en el mundo de los camiones. No contento con desarrollar el más rápido del mundo, acaba de realizar la primera prueba con un camión autónomo bajo tierra.
El modelo es el FMX; el lugar, la mina de Boliden, situada en Kristineberg, al norte de Suecia; y el tiempo estimado de los test, un año y medio que ya ha dado comienzo.
En palabras de Claes Nilsson, Presidente de Volvo Trucks: “Es la primera vez que un camión autónomo se prueba en operaciones bajo tierra, y los resultados ofrecerán información importante para nuestra actual misión de transformar los avances técnicos en beneficios prácticos para los clientes”.
La idea de la marca es empezar con una unidad del FMX y, con el paso del tiempo, añadir otras tres más. El camión es totalmente de serie, pero equipa, entre otros elementos, un sistema de escáneres y sensores basados en tecnología de radar y láser.
Esto hace que, con cada viaje, el FMX escanee los túneles de la mina, realizando un mapeado en tres dimensiones de los recorridos. Con dicha información se optimiza el funcionamiento del camión, que regula la velocidad, los cambios de marchas y el radio de giro del volante según las necesidades.
Además, seis sensores se encargan de detectar cualquier obstáculo inesperado en el camino, detienen el camión y mandan una señal de aviso al centro de mando. Desde ahí puede pasar a operarse de forma manual, si hay necesidad de hacerlo.
Volvo Trucks afirma que este tipo de vehículos ayudarían a llevar a cabo las tareas de forma más eficiente. Las razones son variadas: los camiones no necesitan descansar, avanzan de manera constante (con lo que se evitan atascos o aglomeraciones) y, además, no tienen que esperar a que se ventile una zona de trabajo para realizar sus tareas.
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