A casi todos los conductores les ha pasado alguna vez. Encontrarse el coche con la batería descargada. Un hallazgo que puede tornarse dramático dependiendo de en qué circunstancias o en qué escenario ocurra. Y si no se tienen unas pinzas a mano y otro coche que sirva de ‘donante de energía’, mucho más.
Pero existen varios métodos alternativos que pueden ayudar a arrancar el coche aunque no se tengan esas pinzas ‘salvadoras’.
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Arranque a empujón
El arranque empujando el coche es una técnica clásica que puede solucionar una situación de emergencia. Pero este método es aplicable principalmente a coches con transmisión manual.
Además, hay que contar con más personas que ayuden a empujar, por lo que si se está en un paraje solitario, este método carece de validez.
En caso de encontrarlas, hay que insertar la llave en el encendido y girarla a la posición de ‘contacto’. A continuación hay que pisar el embrague y meter la segunda velocidad.
Una vez que el coche alcance una velocidad de aproximadamente 8-10 km/h, se debe soltar el embrague rápidamente mientras se pisa ligeramente el acelerador. Esto debería hacer que el motor arranque.
Uso de un arrancador portátil
Un arrancador portátil es una herramienta muy útil que puede ayudar a arrancar el coche sin necesidad de contar ni con otro vehículo ni con más personas, por lo que es muy útil llevar uno en el coche. Y es que, además, ya existen dispositivos económicos, muy compactos y fáciles de usar.
Para arrancar de esta manera, se deben conectar los cables del arrancador (incluidos) a los terminales de la batería del coche, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.
A continuación se debe encender el arrancador e intentar arrancar el coche con la llave, como se hace habitualmente. Una vez que el coche arranque, hay que desconectar el arrancador y dejar que el motor funcione durante unos minutos para recargar la batería.
Es muy importante mantener el arrancador con la carga adecuada para poder utilizarlo, así que no está de más vigilarlo y cargarlo cada dos o tres meses.
Arranque por inercia en una pendiente
Si se tienen sospechas de que la batería no va a arrancar el coche la próxima vez que se intente arrancar o se va a dejar mucho tiempo parado, no es mala idea buscar un aparcamiento que se sitúe en una pendiente negativa (cuesta abajo).
Y es que en esta situación se puede aprovechar la gravedad para arrancar el coche. Este método es similar al arranque a empujón, pero utiliza la inercia del coche en lugar de la fuerza.
Se debe colocar el coche en punto muerto y soltar el freno de mano. Cuando comience a ganar velocidad, la metodología es la misma que en el arranque a empujón. Es decir, hay que presionar el embrague, colocar la palanca de cambios en segunda, soltar el embrague rápidamente y aplicar un poco de aceleración.
Arrancar con una cuerda
Este método circula por redes sociales, pero es poco conocido y algo difícil y peligroso. Pero si no se tiene nada más a mano, se puede intentar.
Se buscar girar el motor de arranque a través de una de las ruedas y, para empezar, hay que levantar el coche con el gato en la parte donde estén las ruedas con tracción.
Después hay que rodear el neumático con una cuerda resistente o, si no se tiene, intentar cortar un cinturón de seguridad para envolver la rueda.
A continuación se pone la llave de contacto, se coloca la segunda marcha (de nuevo debe ser un coche con cambio manual) y se da un tirón fuerte a la cuerda en el sentido natural que gire la rueda. Si no arranca a la primera, hay que probar varias veces si es el único método que se puede utilizar.
Pero hace falta fuerza y es un método muy residual con el que no siempre se logrará que el coche arranque.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.