Aunque parezca lo contrario, España no es el país europeo que más presión ejerce sobre los conductores por parte de las autoridades. Por ejemplo, en el ámbito de los radares de tráfico se sitúa muy atrás en la clasificación. Rusia lidera el listado con 18.414 dispositivos, seguido por Italia con 11.171. España se encuentra en séptimo lugar con algo menos de 2.100 radares.
Pero lo que realmente llama la atención es la densidad de radares por kilómetro de carretera. De esta manera, y ciñéndose exclusivamente a los países de la Unión Europea, Italia lidera la clasificación con 22 radares por cada 1.000 kilómetros de vía, la gran mayoría de los cuales (el 80%) están dedicados exclusivamente al control de la velocidad. España se encuentra en el décimo lugar de la tabla clasificatoria europea con tres aparatos por cada 1.000 kilómetros de carreteras.
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Además de los radares, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil disponen de innumerables herramientas para el adecuado control de la circulación y de los infractores.
Así, tienen en su flota varios helicópteros equipados con dispositivos Pegasus, drones y más de 6.000 vehículos. De entre estos, destacan las 20 furgonetas camufladas, los dos camiones y, por su puesto, numerosos turismos (según algunas fuentes más de 200) sin ningún distintivo que son prácticamente indetectables para los conductores.
Motos camufladas
A pesar de que desde hace un par de años que se habla de las motocicletas camufladas para identificar infractores de tráfico, la DGT ha vuelto a traerlas a la actualidad.
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Tal y como afirmó el director general de Tráfico, Pere Navarro, en una entrevista concedida a EL PAÍS en marzo de este año, las motocicletas camufladas llegaron en las carreteras españolas. “A partir del verano, habrá motos camufladas patrullando por las carreteras, de forma que el motorista que está al lado de otro puede ser un guardia civil. Sucederá sobre todo los fines de semana para aquellas zonas más conflictivas, de forma que acabemos con las animaladas”.
Coches camuflados: las pistas
Según la Real Academia de la Lengua, la palabra camuflar deriva del francés camoufler y, entre otras acepciones, destaca la de “disimular dando a algo el aspecto de otra cosa”. Los vehículos camuflados de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil están camuflados para, precisamente, pasar desapercibidos. Han corrido ríos de tinta sobre cómo distinguir a estos coches, furgonetas e incluso camiones, pero no hay nada seguro.
Sí que existen diferentes trucos que se han hecho virales en las redes sociales para detectarlos. Estos son los más conocidos.
- Furgonetas: los modelos más comunes son Renault Master, Fiat Scudo, Ford Transit y Mercedes Sprinter en colores blanco, azul y negro. Suelen ir dos agentes de la Agrupación de Tráfico con la indumentaria oficial. Además, la matrícula que suelen portar estas furgonetas cuenta con las siglas PGC, cuyo significado es “parque móvil de la Guardia Civil”.
- Coches: los conductores que han sido parados por realizar alguna imprudencia en carretera alertan de que los coches más empleados por la Guardia Civil de Tráfico son el Seat Exeo y el Alfa Romeo Stelvio. Además, inciden que llevan las lunas traseras tintadas y que en el salpicadero o en las ventanas laterales portan un aparato voluminoso que se corresponde con el radar móvil.
- Matrícula: el truco definitivo, según muchas entradas en redes sociales, para descubrir si un vehículo es camuflado, es el de fijarse en la matrícula. Según comentan, la clave se encuentra en el portamatrículas. Si no lleva portamatrículas, es decir, el marco de plástico que colocan muchos concesionarios con el nombre de su establecimiento alrededor de la placa, es posible que se trate de un coche camuflado de la Guardia Civil.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.