El fenómeno viral del que las redes culpan a los extraterrestres: así se mueve un coche sin arrancarlo

Fenómenos paranormales o extraterrestres, a las redes sociales les gustan los vídeos en los que parece que la acción que sucede no tiene una explicación lógica. Aunque este suceso en cuestión ha sido grabado en Chile, no es el único lugar en el que ocurre.

En las imágenes registradas se puede ver cómo un coche, con el motor apagado y desconectado, se mueve a lo largo de la carretera sin que ni siquiera el conductor ponga las manos en el volante.

Una pareja se encontraba conduciendo por Paihuano, en Chile, cuando detectaron que en una zona de la carretera el vehículo se movía solo. No hacía falta ni conectar el motor, ni mover el volante. De hecho, en el vídeo se ve cómo el vehículo empieza a circular marcha atrás.

Esta zona se conoce como Roswell chileno. En octubre de 1998, varios vecinos de la zona testimoniaron haber visto caer un objeto del cielo, de color plateado. Todo apuntaba a una nave espacial y estos hechos fueron los que iniciaron los rumores sobre este lugar.

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Realmente, detrás de este fenómeno hay poco de extraterrestre, aunque a las redes sociales les gustaría que así fuera. La razón por la que los coches son capaces de desplazarse con el motor apagado son los campos magnéticos de la tierra.

Los campos magnéticos mueven coches

Estos fenómenos se repiten en otras zonas del planeta, como la misteriosa Isla de Pascua, también en Chile. La formación volcánica de esta isla es uno de los factores que contribuyen a las anomalías magnéticas que se dan en su superficie. Otro de ellos es la abundancia de elementos ferromagnéticos en las rocas.

Una de las consecuencias de esta actividad y estos campos magnéticos es la llamada colina gravitacional, que es donde se graban esos vídeos en los que los coches se mueven con el motor apagado. Este tipo de fenómenos que se dan en la Isla de Pascua y en Paihuano han sido estudiados desde hace décadas, ya que han llamado siempre la atención de científicos, geólogos y, cómo no, aficionados de los extraterrestres.