El Lamborghini de la Guardia Civil que ha incendiado las redes: ¿llegará a formar parte de la flota?

No es una novedad que los cuerpos de seguridad dispongan de deportivos para cumplir con sus funciones, pero tampoco es lo más habitual. Por ejemplo, en Dubái se han visto coches deportivos como parte de las patrullas y la policía italiana dispone de dos unidades.

¿Y por qué no equipar a la Guardia Civil con un Lamborghini? Una empresa murciana, Radikal World, ha dejado ver en sus redes cómo sería un supercoche para el instituto armado. El vídeo no ha tardado en hacerse viral.

Se trata de un Lamborghini Huracán Sterrato, del que solo se producirán 1.499 unidades. Además, esta en concreto es muy especial, ya que es la primera de esta serie. El coche ya venía de fábrica en ese color verde, que se llama verde turbina. Lo que han hecho en Radikal World ha sido añadirle todos los adhesivos y decoraciones para convertirlo en el Lamborghini de la Guardia Civil con motivo del día 12 de octubre.

Por supuesto, se trata de una colaboración de esta empresa con este cuerpo de seguridad, totalmente autorizada, ya que no es legal decorar el coche como si fuera de la Guardia Civil. Eso sí, desde varias comandancias del cuerpo están encantados con el resultado y, tal y como ha explicado a EL MOTOR el consejero delegado de Radikal World, Martín López Palazón, él estaría dispuesto a cedérselo una temporada.

Este Lamborghini se alquila

El vehículo pertenece a Radikal World y lo utilizan para hacer publicidad de diferentes empresas, organizaciones y asociaciones. “Es un espacio publicitario muy disruptivo”, ha explicado López Palazón.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por WELCOME TO RADIKAL WORLD (@radikalworld)

De hecho, ya están trabajando con las Fuerzas Armadas para preparar el Lamborghini de manera similar, solo que está vez con tres misiles en el techo. También han participado con la asociación contra el cáncer infantil para recaudar fondos. Para aquellos que quieran utilizar este deportivo como un reclamo publicitario, decorarlo y alquilarlo por unas cuesta la friolera de 5.000 euros.