El mito de Maradona continúa vivo. Da igual donde sea, en su propia Argentina natal o cruzando el charco hasta Europa, no hay quien no conozca al ‘pibe de oro’. Sus orígenes humildes, sus destrezas casi divinas y su carácter lo convirtieron en un icono del fútbol.
Su paso por Nápoles acabó de consolidar su figura en Europa. De hecho, en esta ciudad italiana donde todavía lo veneran, se pueden ver altares, murales e incluso una plaza dedicada a su nombre.
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Obviamente, con tal recorrido y fama, todos los objetos que pasaron por sus manos son piezas de coleccionista. Al haber sido una pieza tan importante en la historia del SSC Napoli y del fútbol italiano en general, al argentino no le faltó ponerse a los mandos de un Ferrari.
¿Rojo o negro?
En concreto, Maradona tuvo un Ferrari F40 y un Testarossa. De ambos coches se han ido contando historias y leyendas que se han entrelazado entre sí. Una de las anécdotas más destacadas es la que cuenta cómo el ‘pibe’ exigió que uno de estos modelos fuera negro.
Ha habido grandes confusiones al respecto, sobre todo después de las declaraciones del que fuera el manager de Maradona, Guillermo Coppola. Se dijo que el jugador le pidió al propio Enzo Ferrari un F40 en negro, algo a lo que el italiano en principió se negó, pero posteriormente accedió.
No obstante, atendiendo a las fotografías de Maradona a bordo de sus Ferraris y calculando las fechas de producción de los coches, resulta que el F40 del que disfrutó era rojo, mientras que el Ferrari negro que tuvo fue el Testarossa.
Los Ferraris de Maradona se vendieron
Ahora, este exclusivo deportivo ha sido visto rodando por las calles. O por lo menos, así lo ha anunciado el influencer alberam17, que se dedica a seguir a los futbolistas para publicar vídeos con sus coches. Este joven habría captado lo que confirma que es el Ferrari F40 de Maradona.
En el vídeo se ve cómo se crea gran expectación alrededor del coche, que no es para menos. Bien sea por quién fue su propietario como por el propio deportivo en sí, una joya de coleccionista per se que puede llegar a costar más de dos millones de euros.
No hay certezas de que esté sea, en verdad, el F40 que condujo Maradona, lo que sí se puede decir es que el argentino vendió ambos modelos antes de volverse a su país natal, ya que los precios por enviarlos e importarlos eran exorbitados.
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