10 coches que nunca debieron fabricarse

Por motivos de lo más variados, supusieron los mayores fracasos de la historia del automóvil. Duros golpes para las marcas que los crearon.

Fiat Multipla.

Todos hemos tenido alguna experiencia negativa con el funcionamiento de un coche, hemos sufrido un defecto de fabricación, hemos soportado un fallo mecánico cuyo origen nadie encontraba o simplemente no ha cumplido con nuestras necesidades. Sin embargo, nada de eso es comparable a los cismas que provocaron los siguientes coches dentro de sus marcas y para sus clientes. Fueron un auténtico fracaso o simplemente se lanzaron antes de tiempo y sin terminar de probar: los diez coches más desacertados de la historia de la automoción, en orden inverso del desastre que causaron.

10. MERCEDES CLASE A

La primera versión del Clase A se lanzó en el año 1995. Si lo traemos hasta nuestra lista se debe a que era un vehículo muy avanzado tecnológicamente en su época y porque adelantó el concepto de monovolumen compacto, muy de moda hoy día. Sin embargo, tenía un pequeño defecto, el tarado de sus suspensiones y los neumáticos. El coche balanceaba algo más de la cuenta en curva, se achacó a que era problema de la altura y, por tanto, del centro de gravedad. Hasta que a una revista se le ocurrió llevarlo a una pista de test y hacer la prueba del alce, es decir volantear hacia un lado y después al contrario para recuperar tu posición inicial. El coche volcó y entonces se descubrió un importante defecto de producción. Mercedes-Benz retiró el coche del mercado y tuvo que recuperar una enorme partida de unidades fabricadas y vendidas. Buscó el problema, lo solucionó, reparó las unidades vendidas y reinició la fabricación. Y todo con la mala fama que se había ganado el coche.

 

9. JAGUAR X-TYPE

Llegó un momento en el que Jaguar, bajo el paraguas de Ford, quiso hacer volumen de ventas dejando levemente de lado su vitola de marca exclusiva destinada a solo unos cuantos elegidos. Para ello, la cúpula pensante de Ford apostó por el segmento en el que estaban triunfando los Mercedes-Benz Clase C, BMW Serie 3 y el Audi A4. Sin embargo, la estrategia no fue la correcta. Para ahorrar costes cogieron la plataforma del Mondeo, muchos componentes del Mondeo, la gama de motores del Mondeo, más alguno adicional de la compañía, le pusieron una carrocería bonita pero lejana a la señorial tradicional de la marca, y mejoraron los acabados interiores. El coche fue un auténtico fracaso. No cumplió las expectativas del público de la marca, ni de los que buscaban un vehículo de categoría premium. Las leyendas dicen que algunos de sus componentes incluso mantenían el óvalo. Cuando llegó el momento de evolucionar el X-Type, la marca prefirió buscar un segmento superior, por lo que lanzó el XF.

8. CITROËN M35

Las marcas francesas son conocidas por arriesgar en sus diseños y tecnologías. Pero esta vez fueron demasiado lejos y lo terminaron pagando. En 1967, Citroën y la alemana NSU, una de las marcas que originó Audi, se unieron para dar lugar a un futurista proyecto en común. Aparentemente no tenía fallos en el planteamiento: un motor rotativo que ya habían utilizado con éxito en varios modelos de la marca germana y la base del Ami 6 que había sido un éxito de ventas, entre otras razones por su suspensión neumática. Sin embargo, cambiaron su diseño y lo orientaron hacia un perfil de deportivo con dos puertas. Por la cantidad de soluciones que tenía, tanto a nivel mecánico como de comodidades, se le consideraba un laboratorio andante y se fijó una cuota de producción anual de 5.000 unidades.

Nada más lejos de la realidad. Se produjeron unas 250 unidades en un primer momento a modo de prototipo para realizar los test iniciales y para que algunos de los trabajadores o clientes fieles a la marca lo probaran en condiciones reales. El resultado fue que desde muy pronto el coche comenzó a dar problemas y a necesitar de reparaciones y cambios de componentes. A los dos años, y visto que los coches nunca terminaban de estar en buenas condiciones, Citroën terminó por dar carpetazo al proyecto.

7. TRABANT P50

Si hablamos del Seat 600 todo el mundo piensa en el coche que motorizó España, lo mismo que el Fiat 500 hizo en Italia o el Volkswagen Beetle en la Alemania Federal. Pues la Alemania del otro lado del telón de acero tenía el Trabant, el vehículo que las autoridades comunistas crearon para motorizar a la población, aunque el intento quedó a medias. El coche era pequeño, algo mayor que el 600 o el Mini, pero menor que el Escarabajo (las comparaciones son odiosas pero cuando la población miraba al otro lado del muro y veía el Beetle…), su motor era un dos cilindros que entregaba apenas 18 CV y se movía gracias a una mezcla de gas y gasolina que generaba mucho humo, sobre todo cuando arrancaba. Estaba concebido para el uso en ciudad por lo que a duras penas aguantaba un viaje largo, además el motor se calentaba y había peligro de derretirlo tras un funcionamiento prolongado. Por si fuera poco, los paneles podían desprenderse si se alcanzaban velocidades altas. La prueba de lo malo que era es que con el tiempo apenas han sobrevivido un puñado de unidades, y eso que hay leyendas que dicen que la lista de espera para hacerse con uno era de diez años.

6. DELOREAN DMC-12

Es un vehículo icónico que a muchos les extrañará que esté en esta lista. John De Lorean, artífice del Pontiac GTO, acabó saliendo por la puerta de atrás de General Motors, así se decidió a crear su propia marca para lo que construyó una fábrica en Irlanda del Norte, un lugar sin tradición automovilística. Su primer (y a la postre último) modelo fue el DMC-12, un coche curioso, con un diseño creado por Giugiaro y detalles muy llamativos como la apertura de puertas tipo alas de gaviota. Sin embargo, las ventas tardaron en coger velocidad y pronto las cuentas dejaron de cuadrar, por lo que John buscó inversores. No los encontró y no se le ocurrió mejor manera de conseguir los fondos que necesitaba que introduciendo una maleta con cocaína en Estados Unidos. Fue detenido en el aeropuerto de Los Angeles. Eso sí, con el tiempo le liberaron de los cargos por un defecto de forma en el procedimiento, pero ya era tarde para la compañía y ésta terminó por irse a pique.

Está previsto su próximo relanzamiento, en manos de una nueva empresa y con el mismo diseño aunque solucionando todos sus errores.

5. FIAT MULTIPLA

Las marcas italianas han tenido siempre la fama de realizar diseños preciositas mientras que las francesas han sido las arriesgadas, lo cual no siempre ha sido garantía de éxito. En este caso Fiat lanzó en 1998 un monovolumen compacto de seis plazas, pues la banqueta delantera estaba pensada para tres personas y no dos, muy a la antigua usanza en Estados Unidos, mientras que el maletero era más bien pequeño. El concepto no era malo, pero lo vistieron con una carrocería excesivamente fea, tanto que en muchas ocasiones se le ha nombrado como el vehículo más difícil de ver de la historia de la automoción, y eso que la competencia es larga. A un frontal lejano al lenguaje de estilo de Fiat en aquellos momentos, más cercano al de un urbano que al de un compacto, se añadía una cristalera extraña que recordaba a las naves espaciales de los dibujos animados y que, para colmo, contaba con dos focos en los laterales de la base de la luna delantera. Y si nos fijamos en la trasera, tiene un acabado más cercano al de una furgoneta que al de un monovolumen. Un desastre de modelo que atraía muchas miradas, pero por la extrañeza que causaba.

4. HUMMER H2

Era simplemente una oda a la ostentación. Cuando General Motors compró la marca Hummer a AM General Corporation contaba con la aceptación que habían tenido sus modelos tras la aparición en algunas películas. El lanzamiento al mercado se hizo bajo el reclamo de ser las versiones de calle de los todoterrenos del ejército norteamericano, sin embargo el resultado fue excesivo. El primero de los fabricados fue el H2, que medía 5,17 metros de largo, 2,06 de ancho y 2,08 de alto. Era un monstruo muy caro que superaba los límites de los carriles por lo que no era fácil circular con él. Sus ventas cayeron pronto, así que lanzaron el H3 que era una versión del primero pero algo más limitada en sus dimensiones. Seguía siendo demasiado ancho (1.89 metros).

A este tamaño incongruente hay que sumar que era un todocamino, es decir un coche con aspecto de todoterreno pero pensado para ciudad y que sufría cuando lo alejaban del asfalto; y el hecho de que su nivel de acabados no correspondía con su precio, la carrocería era similar al plástico y por dentro no tenía las comodidades que se le presuponían. Solo había muchísimo espacio por todos sitios. De ahí que tras desaparecer del mercado estos coches hayan quedado para ser transformados en limusinas para fiestas en las grandes capitales.

3. FORD EDSEL

Únicamente se vendió en Estados Unidos y si se encuentra en esta lista no es solo porque apenas vendió 2.500 unidades, sino porque estuvo a punto de impedir la creación del Mustang. Se lanzó en 1958 con mucha expectación puesto que las agencias de publicidad habían generado un halo de divinidad sobre el vehículo (se llegó a decir que era el coche que salvaría a América de caer bajo las garras de imperio comunista, y eso cuando Estados Unidos y la URSS ya se habían enfrentado por primera vez en la Guerra de Corea). El problema surgió cuando el coche llegó y no cumplió con las expectativas, pues en realidad era un vehículo de Mercury, otra de las marcas de Ford, con algunos cambios y un diseño que no terminó de agradar en la época. Su calandra estrecha y alargada se llegó a comparar con una vagina. El coche produjo unas pérdidas de 300 millones de dólares, enormes si lo contextualizamos con la época, lo que hizo que la política de Ford de nuevos lanzamientos fuera muy conservadora desde ese momento. Es por eso por lo que cuando Lee Iacocca, presidente de la división de Ford, presentó a Henry Ford II el proyecto del Mustang, un vehículo pequeño, deportivo, pensado para las masas y con un precio muy económico, éste tardó en verlo claro.

2. DODGE LA FEMME

Pongámonos en situación. Años 50, la sociedad estadounidense se vuelve muy conservadora al terminar la Segunda Guerra Mundial y, al regresar los soldados a sus casas y recuperar sus puestos de trabajo, desplazan y devuelven a las mujeres a sus casas. Y entre tanto anuncio de ‘El sueño americano’ con grandes lavadoras, frigoríficos, hornillos para cocinar y demás, apareció ‘el coche pensado para la mujer’, es decir, el Dodge La Femme. La realidad es que había surgido un importante colectivo de mujeres en Estados Unidos que querían conducir y no depender tanto de sus maridos para moverse, pero ésta era una actividad hasta entonces reservada para los hombres. Así que Chrysler, mediante su marca Dodge, adaptó el Royal Lancer, y creó un vehículo específicamente creado para las mujeres, según los gustos que les presumía: en tono bicolor, blanco y rosa, asientos rosas, un bolso con todo tipo de necesidades para la mujer y un paraguas. Solo se vendió durante dos años.

1. PONTIAC AZTEK

¿Has visto cómo es el coche? Ahora vuélvelo a mirar y analízalo. Parece que solo un artista con un estilo tan personal como Picasso con su cubismo lo podría haber diseñado. Da la sensación de que tiene el morro deformado con una extraña disposición de las luces o que la marca juntó elementos de varios coches diferentes en uno mismo. Es que es otro de los coches que pugna por ser considerados como el coche más feo de todos los tiempos, y hay quien dice que fue uno de los grandes argumentos para que Pontiac desapareciera como marca cuando sus ventas estaban en retroceso.

Lo cierto es que a nivel tecnológico contaba con las últimas soluciones de la compañía al mismo tiempo que innovaba en cuestiones de comodidad. Sin embargo, en el desarrollo dejaron de lado aspectos importantes como los motores o el diseño, el cual pretendía ser algo diferente, algo novedoso, pero que se excedió en su búsqueda de un nuevo estilo. El coche se adhiere a la corriente de los SUV, modelos pensados para la ciudad pero con alergia al campo. En el caso del Aztek abusaba de los plásticos en la carrocería y en el interior. Además, cuenta con unos pasos de rueda ensanchados, como si de un vehículo de competición se tratase, y sus ruedas se ven pequeñas en esta enorme carrocería. Sabes que te suena de algo, pero no caes en qué: era el coche de Heisenberg, alter ego de Walter White, el protagonista de la aplaudida serie Breaking Bad. Solo una persona tan oscura como él se podía hacer con uno.

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