En España cada vez más gente practica deporte. Para adelgazar o por salud. Para luchar contra el colesterol o el dolor de espalda. O porque sí, por pura afición. Ciclismo, natación, senderismo y running son, por este orden, las disciplinas más practicadas según la Encuesta de Hábitos Deportivos elaborada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte cada cinco años. La prueba, además, está en las calles. Y a nadie llama ya la atención.
Sin embargo, nos resultaría rarísimo ver a alguien doblando el espinazo en una gasolinera. ¿Estiramientos en el templo del café y los bocadillos de lomo? Vale que haya que parar cada dos horas, pero ¿también hacer deporte en los viajes?
Pues aunque parezca extraño, sí. Ejercitar distintos músculos antes, durante y después del viaje es una de las mejores opciones de esquivar el molesto dolor de espalda que, sobre todo después de cierta edad, aparece tras conducir muchas horas del tirón.
La magia no existe y unos estiramientos no te garantizan la inmunidad total en materia de espalda, pero desde luego reducen de manera considerable el riesgo de lesiones, aumentan la flexibilidad y facilitan los movimientos. Si estamos convencidos de que hay que hacerlos antes de cualquier deporte, ¿por qué no en la vida diaria? ¿por qué no antes de un viaje?
Jorge Solís, fisioterapeuta especializado en biomecánica y deporte, aclara que el dolor de espalda al volante debe prevenirse mediante el fortalecimiento previo de la espalda –con pilates, por ejemplo– y también con la postura correcta. Una buena colocación de asiento, volante y retrovisores será vital para evitar molestias o dolores.
Pero, además, si estamos dispuestos a evitar a toda costa que un dolor de espalda arruine nuestro viaje, no está de más realizar unos ejercicios como estos. Antes, durante y después del trayecto. Ojalá dentro de poco podamos ver a mucha gente estirar en las gasolineras. Será un síntoma más de que la gente se toma en serio su cuerpo y el acto de conducir.
Ejercicio 1
Lleva la cabeza hacia abajo intentado tocar el pecho con la barbilla sin doblar la zona dorsal de la espalda hasta que sientas un poco de tensión. Mantén la posición cinco segundos. Tres repeticiones.
Ejercicio 2
Estando de pie o sentado, deja caer la cabeza hacia un lado, llevando la oreja hacia el mismo hombro durante cinco segundos. Cambia hacia el otro lado. Tres repeticiones a cada lado.
Ejercicio 3
Estira los brazos hacia arriba todo lo que puedas y mantén la posición durante cinco segundos. Tres repeticiones.
Ejercicio 4
Realiza círculos con los hombros hacia delante y hacia atrás durante 30 segundos. Tres repeticiones.
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