El agua es un bien vital, pero también muy escaso. Por ello, poner en prácticas en el día a día medidas de ahorro es necesario para no malgastar el agua de la que se dispone.
Muchos pueden pensar que lavar el coche es una forma de contribuir al problema. Sin embargo, tener el coche limpio no es una cuestión de estética sino que supone reducir las posibilidades de sufrir un siniestro de tráfico.
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Cuestión de estética y de seguridad
Lavar el coche es especialmente importante en verano, momento en el que hay mayor polvo en suspensión que ensucia el vehículo, los insectos se pegan en el parabrisas y la arena y el salitre de la playa ensucian en mayor medida el vehículo provocando su deterioro.
Un coche limpio es un coche más seguro. Por un lado, el conductor evita deslumbramientos por el reflejo del sol y ve mejor. Se elimina toda la suciedad, insectos y manchas que pueda tener la luna.
Por otro lado, el automóvil es más visible para el resto de usuarios cuando la carrocería está limpia. Al percibirse mejor, se evitan más colisiones. Y una vez conscientes de su importancia, hay que elegir la forma que menos gasto de agua suponga.
¿Cómo lavarlo para ahorrar agua?
Según Norauto, la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, la forma en la que se limpie el vehículo puede hacer que se ahorre entre 100 y 300 litros de agua.
A la hora de limpiar en profundidad el vehículo hay dos opciones que son realmente eficaces y, además, las más populares: utilizar una manguera con agua a presión o recurrir a un túnel de lavado.
El primero, el lavado con manguera a presión, es el que mayor gasto de agua supone. Nada menos que hasta 500 litros por automóvil, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Además, si posteriormente se limpia y seca el coche con esponja y papel se conseguirá un mejor resultado.
Por otro lado, el túnel de lavado habitual conlleva una media de consumo de agua de 300 litros, según la Fundación Ecología y Desarrollo, casi 200 litros de agua menos que la manguera a presión. En este caso, no es necesario que el conductor realice nada más. Basta con meter el coche en el túnel de lavado para que salga listo para circular.
Más modernos, más ahorro
Además, si se utilizan túneles de lavado que cuenten con la última tecnología y que, además, cuiden el gasto de agua, se puede ahorrar hasta un 40% más. Así, se gastaría únicamente 190 litros de agua por coche, permitiendo ahorrar más de 100 litros en cada limpieza.
Y si ya se añade que unos pocos pueden reciclar hasta el 90% del agua, el lavado costaría unos 20 litros nada más. Y es que el agua utilizada pasa por un riguroso proceso de separación de residuos y depuración. Igualmente, se aprovecha el máximo de agua posible procedente de las lluvias gracias al diseño de la cubierta.
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