Máxima igualdad y un ganador, el Honda Civic, que se impone entre los cuatro familiares compactos de esta prueba. Todos son modelos polivalentes que combinan un tamaño apropiado para el uso diario en ciudad y las prestaciones y el espacio interior suficientes para los viajes de una familia media. En esta prueba se han elegido carrocerías de cinco puertas y motores 1.6 turbodiésel de gama media, la configuración más habitual en España.
El Civic se impone porque es la propuesta más completa y competitiva. Tiene el mejor motor, el nuevo 1.6 i-DTEC de 120 CV, que supera al de sus competidores en respuesta y prestaciones. Y ofrece una relación entre precio y equipamiento mejor, porque el acabado Sport cuesta, con los descuentos, 19.900 euros, menos incluso que el más básico. Así, sale como sus rivales, pero incluye un equipo de serie superior, con cámara trasera para aparcar o cinco años de garantía. El Honda se vende con dos motores de gasolina: 1.4 de 100 CV (desde 15.000 euros) y 1.8 de 142 CV (17.200). Y hay otros dos i.DTEC turbodiésel: el 1.6 de la prueba con 120 CV (desde 19.900 euros) y el 2.2 de 150 CV (21.400).
Los otros tres modelos están separados por solo un punto. Antes de valorar la economía (precio y equipo de serie), el Civic, el Focus y el León empatan por delante del C4 (ver cuadro de valoración). Pero cuando se puntúan estos aspectos, el Ford se sitúa segundo, seguido del Citroën y el Seat, que igualan. El Focus aporta un comportamiento impecable por su relación entre estabilidad y confort. Y tiene un precio correcto, aunque con un equipo de serie justo que se compensa en parte con los paquetes opcionales que regala la marca. Se vende con tres motores de gasolina: 1.0 Ecoboost (turbo) de tres cilindros con 100 y 125 CV (desde 18.650 y 19.650 euros) y 1.6 Ecoboost de 180 CV (22.800). Y hay tres TDCi turbodiésel: 1.6 de 95 y 115 CV (19.950 y 20.950) y 2.0 de 163 CV (24.450).
El C4 tiene un planteamiento diferente y busca más el confort con una carrocería algo más alta y unas suspensiones de más recorrido que absorben mejor. Y tiene el precio más asequible. Se vende con tres motores de gasolina: 1.6 VTi de 95 y 120 CV (15.200 y 16.180 euros) y 1.6 THP (turbo) de 155 CV (21.810). Y hay tres HDi turbodiésel: 1.6 de 90 y 115 CV (16.460 y 17.850) y 2.0 de 150 CV (22.350).
El Seat León acaba de llegar y esa es la causa de su derrota: los modelos nuevos no suelen tener descuentos, al menos oficiales, porque en los concesionarios hay ofertas agresivas, sobre todo si se financia a plazos. El Seat aporta un comportamiento eficaz y similar al del Focus y el mejor equipo de seguridad. Y añade una imagen elegante y un interior cuidado, pero pasa casi desapercibido. Se vende con cuatro motores TSi de gasolina: 1.2 de 86 y 105 CV (desde 14.990 y 18.220 euros) y 1.4 de 122 y 140 CV (20.330 y 20.870). Y hay cuatro TDi turbodiésel: 1.6 de 90 y 105 CV (17.720 y 20.300) y 2.0 de 150 y 184 CV (23.250 y 25.700).
Honda y Citroën incluyen ya los descuentos en los precios, Ford los comunica aparte y el Seat no tiene.
Conducción
El nuevo motor 1.6 i-DTEC del Civic marca la diferencia. Es el más potente, 120 CV, pero destaca sobre todo por su respuesta inmediata al acelerador. Empuja con más contundencia desde bajo régimen y mueve el peso como si circulara en una marcha más corta que los demás. Y aunque por encima de 4.000 vueltas no sorprende, es muy vivo y eficaz entre 1.500 y 3.500, el régimen habitual de uso. El cambio manual lleva una sexta larga para autopistas, pero en las cinco primeras tiene brío y ofrece unas prestaciones superiores a sus rivales, tanto en las subidas como al adelantar.
Los demás son muy parecidos, al margen de la potencia oficial. El Citroën y el Ford comparten el mismo motor 1.6 con siglas diferentes, HDi y TDCi, y tienen 114 y 115 CV y cambio de seis marchas. Pero el C4 incluye start & stop de serie, opcional en el Focus. El Seat equipa un 1.6 TDi de 105 CV menos potente y con solo cinco marchas. Pero se defiende bien y ofrece unas prestaciones similares a los otros dos. Todos ofrecen una respuesta correcta y progresiva a bajo régimen para circular en ciudad y viajan con soltura, aunque sin alegrías: la potencia es justa para su peso.
El Focus y el León tienen la mejor estabilidad. El primero ofrece un compromiso impecable de suspensiones, porque, a pesar de no ser duras, va muy sujeto y balancea lo justo. Además, tiene una dirección muy precisa y mantiene con docilidad las trayectorias en las curvas, incluso en pisos irregulares. El Seat está a un nivel muy similar, pero ha perdido refinamiento frente al León anterior: ahora lleva un eje semirrígido atrás, más económico, aunque menos preciso en asfaltos malos. Pero el comportamiento está muy logrado a pesar de este detalle y para notar la diferencia con el Ford hay que probarlos a la vez: balancea lo justo, obedece bien al conductor y da seguridad.
El Honda tiene un tacto similar al Seat y al Ford, pero lleva unas suspensiones más blandas y balancea más. Y se sujeta algo menos en las curvas y es más exigente con el conductor, al menos cuando se frena con el coche apoyado: el eje trasero tiene reacciones más nerviosas. La suspensión del Citroën prima más el confort y le resta eficacia. La unidad de pruebas llevaba las mejores llantas y neumáticos de los cuatro. Y aunque tenía más agarre que el Civic, acusa más las inercias de la carrocería y no invita a mantener ritmos tan alegres como el León y el Focus, porque balancea más.
Con los frenos pasa algo parecido. El Seat y el Ford paran en menos espacio, con ligera ventaja del primero. El Citroën se alarga un poco más por la suspensión, que sujeta menos la carrocería. Y el Honda tiene un tacto duro de pedal, necesita más metros y muestra unas reacciones más nerviosas atrás en frenadas apuradas. Por lo demás, todos son agradables de conducir, pero con matices: mientras el Seat, el Ford y el Honda tienen un tacto menos deportivo, el Citroën busca más la comodidad.
Vida a bordo
Los cuatro ofrecen un espacio interior muy similar, pero con algunas diferencias que afectan al uso diario. El Honda tiene unos asientos delanteros muy deportivos que sujetan bien, el Seat es muy ergonómico y se adapta a todas las estaturas, y tanto el Ford como el Citroën están bien resueltos.
En las plazas traseras hay más matices. El C4 es el mejor en anchura si van a viajar tres adultos atrás, pero la banqueta trasera es muy plana y no sujeta el cuerpo. Y ofrece menos espacio para las piernas si viajan personas de cierta estatura.
El Honda, en cambio, es el más ancho atrás y ofrece más espacio para las piernas, pero si viajan tres adultos, los dos de los lados llevan la cabeza muy pegada a los marcos de las puertas, y la altura al techo también se queda justa si se mide más de 1,75 metros. En el Seat y el Ford la banqueta trasera no llega hasta las puertas, y si viajan tres personas, las dos que van en los lados se sientan en parte sobre los pasos de las ruedas. Además, la plaza del medio del León tiene un túnel central muy alto en el piso que obliga a ir sentado a caballo y molesta en los pies y cuando se pasa de un lado al otro.
El Civic tiene también el maletero más grande y dispone de un doble fondo que permite llevar una maleta y aumenta aún más su ventaja. Los demás ofrecen una capacidad muy similar, con ligera superioridad del C4, seguido del León y el Focus, que es el menos espacioso. En los huecos para objetos, el C4 y el León tienen unas bolsas más grandes y prácticas en las puertas delanteras; el Focus ofrece un apoyabrazos con un cofre interior más grande y unas repisas en los laterales de la banqueta trasera. Y el Honda es el peor dotado.
La presentación interior y los acabados están a un nivel muy similar. El C4 es el más original, tanto por diseño como por estética, y transmite calidad y solidez. El Focus es atractivo y vanguardista, con una instrumentación alegre, mandos modernos y una consola central lacada que le distingue. El Civic es atractivo y tiene un cuadro de instrumentos futurista y diferente, pero el salpicadero, en tonos grises, resulta algo apagado. Y el León presenta unos trazos limpios y elegantes, pero es un tanto austero, al menos el acabado Reference. En cambio, el Honda y en especial el Seat ofrecen una calidad de materiales y ajustes algo superior que compensan su menor vistosidad.
El Citroën busca el confort de marcha y tiene las suspensiones más cómodas para viajar, porque filtra con más suavidad las irregularidades. Los otros tres tienen unos reglajes más enérgicos y deportivos, pero con un buen equilibrio que permite hacer trayectos largos con un confort correcto. Solo el Honda resulta algo más seco y es menos cómodo para entrar y salir, en especial delante, porque, aparte de ser más bajo que los demás, se toca con la rodilla en la base del salpicadero. Además, no está tan bien aislado y deja sentir más el sonido del motor al acelerar en las marchas cortas y los ruidos de rodadura.
Imagen y diseño
Ninguno de estos cuatro coches impacta por su imagen, pero aportan sus valores. El Citroën tiene una carrocería más alta y destaca por la elegancia del frontal y sus formas abombadas, que transmiten solidez. Y por dentro es el más original: salpicadero, volante… El Honda y el Ford priman la deportividad. El Civic presenta una línea en cuña muy marcada con el frontal bajo y una zaga musculosa en la que solo desentonan los pilotos, que sobresalen del portón. Y el interior tiene formas fluidas y modernas. El Ford es más convencional y muestra un rostro con dos grandes tomas de aire triangulares y un lateral ascendente que dinamiza la silueta. Y el diseño interior aporta un toque futurista en los detalles. El Seat es el más clásico. Su línea de trazos limpios es elegante, pero al frontal le falta fuerza y no destaca. Por dentro tiene un salpicadero de formas suaves y está bien ordenado, pero resulta algo apagado, aunque mejora con el acabado bicolor de las versiones superiores.
Seguridad
Ventaja del Seat. Todos vienen de serie con seis airbags, ABS y control de estabilidad ESP. Pero el León aporta un airbag más de rodilla para el conductor y sensor de presión de ruedas. Además, el Ford y el Seat ofrecen un comportamiento más equilibrado y seguro en todo tipo de trazados.
Ecología
Los consumos de la prueba en carretera han sido ajustados y muy iguales en todos: apenas pasan de seis litros en conducción suave y ocho estirando las marchas. Pero el Civic y el León son algo más frugales en ciudad y no llegan a ocho litros gracias al start & stop de serie. El C4 también lo incluye, pero al igual que el Focus, que lo ofrece en opción (250 euros), gastan en torno a medio litro más en tráfico urbano.
Las emisiones de CO2 son muy bajas en el Honda y el Seat, 98 y 99 g/km. El Citroën y el Ford comparten el mismo motor y suben a 117 g/km.
Economía
La valoración de los precios se hace teniendo en cuenta las tarifas oficiales y el descuento del mes, y no refleja el Plan Pive –exige entregar un coche de más de 10 años– ni las ayudas a la financiación, que varían en cada marca y dependen del plazo. Con este criterio, el C4 es el más asequible (19.290 euros), seguido del Civic (19.900), el Focus (20.000) y el León (20.300).
El Honda es también el mejor equipado de serie. Junto al equipo de seguridad, todos incluyen aire acondicionado, ordenador de viaje, elevalunas delanteros eléctricos y control de velocidad y start & stop (opcionales en el Ford). Salvo el León, añaden climatizador, radio-CD (el CD es opcional en el Seat) y también sensores de lluvia y faros y llantas de aleación, regalos gratuitos en el Focus. El Citroën y el Honda suman elevalunas traseros eléctricos y llantas de 17 pulgadas (16 en el Focus y 15 en el León), y el C4 añade sensores traseros de aparcamiento. Pero el Civic es más completo: tiene pantalla táctil (como el León), cámara trasera y cinco años de garantía.
Conclusión
Domina el Honda, que tiene el motor más brillante, un maletero mayor y un precio ajustado que incluye un equipo de serie superior. El Ford aporta un comportamiento impecable en estabilidad y frenos para disfrutar al volante, pero viene menos equipado. Y le siguen de cerca el Citroën y el Seat, que igualan. El C4 tiene el precio más asequible, un buen equipo de serie y es el más cómodo para viajar. Al León le derrota el precio, porque no tiene descuentos y sale más caro. Pero es el más seguro, porque ofrece un comportamiento tan eficaz como el Focus y el mejor equipo de seguridad.
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