Comprar un coche de segunda mano, a veces, puede ser fuente de sorpresas desagradables. Antes de cerrar la operación hay que revisar el historial, realizar una inspección mecánica con un profesional… y, también, preguntar su país de origen para evitar sorpresas desagradables.
Pocos compradores potenciales prestan atención al país de origen del vehículo. Algunos modelos de segunda mano provienen de otras regiones europeas y esta es una información esencial para que la compra sea satisfactoria.
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CarVertical ha dado forma al siguiente estudio ‘Seguridad vial: ¿cómo influye el importe de las multas en las tasas de accidentes?’. En él, establece una relación entre los importes de las sanciones por exceso de velocidad y el estado de los coches.
En aquellos países donde los importes son bajos, las multas no tienen un factor disuasorio y los conductores son más propensos a incurrir en conductas de riesgo. Esto se traduce en un mayor número de vehículos en mal estado dentro del mercado local correspondiente.

Los tres países menos recomendados
A tenor de la información del informe, los coches de Europa Central y Oriental acumulan más daños porque los castigos son menos estrictos. Países como Polonia, Letonia y Eslovaquia aplican multas bajas: 24 euros el primero, 40 el segundo y 39 el tercero.
Estas cantidades representan entre el 1,6 y el 3,3% del salario medio mensual de los ciudadanos de estos países. Como resultado, el estudio revela que “más de la mitad de los coches allí tienen daños” y en Polonia esta cifra se va hasta el 62%. Así las cosas, el escaso efecto disuasorio de estas multas no incentiva suficientemente a los conductores a circular con precaución.

Los mejores mercados
La versión opuesta es la de los países nórdicos. En Suecia, Dinamarca o Finlandia, las multas son mucho más altas en relación con el sueldo medio. Por ejemplo, en Dinamarca, un exceso de velocidad de menos de 15 km/h está sancionado con una multa de hasta 402 euros, que representa, aproximadamente, el 10% del salario mensual medio.
En consecuencia, los coches de segunda mano están mejor tratados y conservados. Por último, el informe añade que es importante tener en cuenta que el estado de un vehículo usado también depende de la cultura de conducción local y aconseja a los conductores priorizar los modelos de países con una seguridad vial rigurosa.
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