Santana ya tiene a punto la primera propuesta de su nueva era

Otra marca española legendaria vuelve a la actividad. Santana resurge como ensamblador de vehículos procedentes de China, en un proyecto que lidera Eduardo Blanco, consejero delegado de la nueva empresa y que ya puso en marcha en su momento Ebro, un modelo de negocio que ahora replicará en la fábrica de Linares (Jaén).

La iniciativa industrial tiene como proveedor de producto a los chinos de Zhengzhou Nissan Automobile, que enviarán los coches hasta Andalucía para su montaje definitivo en la línea que se está terminando de instalar en la antigua planta de Linares, que cesó la producción en 2011 (aunque se ha mantenido la distribución de recambios para los modelos anteriores de Santana).

El próximo día 28 de este mes se pondrá en marcha la línea de ensamblaje, que tras un mes de pruebas tendrá listas las primeras unidades del modelo con el que Santana vuelve al mercado. Y siguiendo la tradición de la marca, se trata de un 4×4 genuino, en este caso con carrocería pick-up, y que distribuirá en exclusiva para toda Europa.

Este todoterreno de 5,52 metros de longitud, con cabina doble y caja de carga separada, se comercializará con dos motorizaciones diferentes, que a su vez se combinan con dos niveles de acabados. El Santana 400 D utiliza un propulsor turbodiésel de 190 CV, combinado con un cambio automático o manual, una autonomía de casi 850 kilómetros y una capacidad de carga de 800 kilos

Con el mismo esquema se ofrece el 400 PHEV, con mecánica híbrida enchufable de etiqueta ECO y un rendimiento conjunto del motor de gasolina con el eléctrico de 429 CV. La marca se refiere a una autonomía sin emisiones de 120 kilómetros, con un consumo medio en los primeros 100 kilómetros por debajo de los dos litros, aunque ambos datos se encuentran pendientes de homologar. Mantiene la capacidad de carga de la variante diésel, así como la posibilidad de remolcar hasta 3.200 kilos.

Un producto de calidad

Santana ya dispone de una unidad de cada variante para su presentación. Y se trata de una propuesta de calidad, que se quiere posicionar por encima de las básicas del segmento y solo algo por debajo de referencias como la Ford Ranger o la Toyota Hilux.

La marca no ha definido por el momento los precios para unas pick-up que llegarán a la red de concesionarios (25 en el arranque) a comienzos del próximo año, aunque asegura que, sin ser baja, la tarifa resultará muy competitiva considerando lo mucho que ofrecen en equipamiento y tecnología ambos productos.

Para empezar, se trata de todoterrenos con todas las capacidades que se espera de este tipo de vehículos tanto en los ángulos de su carrocería como en la disponibilidad de tracción total con reductora y bloqueo electrónico de diferencial. Pero, además, los 400 ofrecen soluciones como sus ocho modos de conducción, una cámara con visión de 540 grados (incluye los bajos del vehículo), la suspensión trasera multibrazo o el sistema de giro sobre su propio eje.

Otros detalles interesantes, aunque varían en función del nivel de acabado, son la persiana para la caja de accionamiento eléctrico, la apertura de las puertas a 90º para facilitar el acceso, el pedal retráctil también eléctrico para el habitáculo y la caja, la iluminación completa por ledes, la instrumentación y conectividad en pantallas de generosas dimensiones o las 28 ayudas que llevan la conducción de los 400 a un Nivel 2 de autonomía.

Un primer contacto con los Santana 400 revela que se trata de un producto de calidad y diseño moderno, con acabados bien realizados y materiales de primer nivel, muy en la línea con lo que se está convirtiendo ya en norma entre las propuestas de origen chino más actuales. Son características que habrá que verificar con detenimiento, aunque la impresión inicial es favorable y coincide con el posicionamiento que la marca quiere otorgarle al producto.

Planes ambiciosos

La actividad industria de Santana Factory, que es la división de producción del proyecto, se irá incrementando poco a poco y en función de la demanda del mercado. Los responsables de la marca esperan llegar a un 20% de penetración en el segmento de los pick-up, lo que supondría matricular unas 3.000 unidades anuales.

Los planes de expansión de Santana van más allá, tanto en la oferta de modelos como en la exportación de estos a otros mercados continentales, inicialmente los del sur del continente como Portugal e Italia. Tras los 400 PHEV y 400 D, en el tercer trimestre del próximo año será el turno de una carrocería en formato SUV (con la misma plataforma de los pick-up), pero que mantendrá el carácter todoterreno: transmisión 4×4 con reductora y bloqueo de diferencial, todo ello con motorizaciones por definir.

Y ya durante el primer trimestre de 2027 se iniciará la comercialización del modelo que podría llevar al siguiente nivel las ventas de Santana. Un SUV de dimensiones compactas, los más solicitados por los clientes, con tracción total permanente pero ya un enfoque más convencional y polivalente.