Por si el salto entre el nuevo Honda Civic y el radical Type-R era demasiado grande, Honda ha presentado (de momento solo para el mercado americano), una variante intermedia que representa una deportividad contenida más asequible, tanto a nivel adquisitivo como de habilidad: el Civic Si.
Aunque la carrocería principal es la cupé de tres puertas, también se ofrecerá como sedán de cinco puertas para quienes necesiten algo más de versatilidad. Ambos comparten la mayoría de los elementos estéticos, que aportan un carácter bastante dinámico: los pilotos están unidos a la parrilla negra, de ellos parten dos nervios que cruzan el capó y el paragolpes presenta tres entradas de aire de gran tamaño (la lateral izquierda, falsa) y surcadas por un entramado hexagonal.
Es en la vista lateral donde empiezan las diferencias, con una puerta de grandes dimensiones en un caso y dos más comedidas en el otro, así como una caída del techo más pronunciada en el caso del cupé. En la zaga el sedán luce un alerón más moderado, pero sus falsas salidas de aire traseras son más agresivas.
Lo que sí comparten es un apartado mecánico optimizado que toma prestados algunos elementos del Type-R. Así, el chasis es más rígido, cuenta con suspensión deportiva con amortiguadores adaptativos y barras estabilizadoras más rígidas, diferencial de deslizamiento limitado, dirección asistida adaptativa, frenos de altas prestaciones y dos modos de conducción (Normal y Sport).
Bajo el capó se esconde el conocido motor 1.5 turbo, aunque potenciado hasta los 205 CV y asociado a una caja de cambios manual de seis marchas con las relaciones acortadas para mejorar su respuesta. Honda no ha desvelado sus prestaciones.
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