Los fabricantes de automóviles someten a sus coches a todo tipo de circunstancias para asegurarse de que están listos para todo una vez que se enfrenten al mundo real. De hecho, en muchas ocasiones las pruebas son mucho más duras que lo que será la vida cotidiana.
El Jaguar E-PACE, siendo un SUV, tiene alguna papeleta para verse inmerso en algún ámbito adverso, pero es casi seguro que nada comparado a lo que ha tenido que hacer durante su entrenamiento.
El fabricante británico ha sometido al todocamino a más de 120.000 horas de pruebas que lo han llevado por todo el mundo. Se han utilizado 150 prototipos del modelo y 500 ingenieros han estado involucrados durante el proceso.
En el Círculo Ártico, a -40 grados centígrados, se comprobó la capacidad de su sistema de tracción integral; en Reino Unido recorrió todo tipo de caminos y pistas rotas bajo todo tipo de circunstancias climatológicas.
En Nürburgring se perfeccionó su rendimiento, durabilidad y comportamiento; y en Dubái, a 48 ºC, se puso a prueba su resistencia al calor más extremo.
La última prueba será más sencilla y tendrá lugar el próximo 13 de julio: su presentación oficial.
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