Atractivos y diferentes. El Hyundai es el más sofisticado y tiene más presencia, con un frontal muy trabajado en el que destaca la fuerza de la parrilla y sus elaborados parachoques, pero algo recargado en las tomas de aire y las aletas. Y tiene una silueta sólida con imagen y poderío. El Kia es todo lo contrario y busca la belleza en la sencillez de los rasgos, tanto delante como en el lateral y la zaga, y muestra un perfil más bajo, estilizado y deportivo.
El Seat prima también la sencillez con un frontal discreto pero elegante, y añade el toque deportivo con el trazo ascendente del lateral y la zaga musculosa y elevada. Y el Citroën tiene una carrocería más alta y muy cuadrada inspirada en los monovolúmenes, pero se desmarca con detalles de diseño muy originales que aportan personalidad y un estilo propio indiscutible.
En el diseño interior se impone el C3, que rompe la rutina con la propuesta más original y muchos elementos decorativos que alegran el ambiente, como las tapicerías y los adornos de colores. El Hyundai es serio, atractivo y tiene suficiente presencia, y el Seat aporta una imagen sólida y cuidada delante, sobre todo en el puesto de conducción, pero un tanto apagada detrás. Y el Kia es bastante convencional por dentro y prima la funcionalidad sin nada que destaque.
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