El Lamborghini Aventador se sienta en la cúspide de la gama del fabricante italiano, pero su versión SVJ es lo mejor que puede llegar a dar de sí, y gran parte de la culpa de ello la tiene el sistema ALA 2.0 (Aerodinamica Lamborghini Attiva), una aerodinámica activa que ayuda a mejorar el rendimiento del modelo.
Está compuesto por una serie de añadidos en la carrocería, concretamente en el splitter delantero y el alerón trasero, en forma de conductos y ‘flaps’ que se abren para canalizar el aire cuando se acelera, reduciendo la resistencia aerodinámica, y se cierran al frenar para ayudar a detener el coche. Además, en el alerón puede abrirse o cerrarse solo un lado u otro para tomar las curvas con mayor precisión.
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.